BUENOS AIRES, 13 Dic. (Notimérica) -
Una gran bronca, con insultos y empujones, tuvo lugar ayer en el Congreso argentino. ¿El motivo? La primera sesión importante para que el Gobierno del presidente, Mauricio Macri, pueda sacar adelante su reforma de las pensiones.
Después de las últimas elecciones, Macri tiene más poder que nunca en Argentina y parece que está preparado para llevar a cabo su reforma más polémica hasta la fecha. Sin embargo, aunque los peronistas más críticos con estas reformas ya no cuentan con los votos suficientes para frenarlas, siguen pudiendo hacer mucho ruido.
Los momentos de mayor tensión se vivieron cuando el 'macrista', Nicolás Massot, defendía el proyecto de reforma y criticaba la situación en la que habían dejado al país los 'kirchneristas'. "Ustedes prendieron fuego a la casa y ahora se quejan del olor a humo" decía Massot, mientras trataba de imponer su voz a la de aquellos que le gritaban, insultaban e intentaban hacer que parase de hablar.
El alboroto llegó a tal punto que el exministro de Defensa de Cristina Kirchner, Agustín Rossi, tuvo que calmar a los suyos mediante empujones y subiéndose en una mesa.
Argentina está sufriendo un fuerte déficit y está aumentando su deuda de manera acelerada y es ahora cuando Macri se ve con fuerzas para afrontar todas estas reformas. El propio Massot animaba a los suyos a resistir las críticas. "No sintamos culpa, estamos arreglando lo que otros no tuvieron huevos para arreglar, estamos dándole un destino a este país" dijo, al tiempo que recordaba los casos de corrupción de los 'kirchneristas'.
La reforma tratará de paliar los efectos de la inflación en el país, que este año superará el 25%, y que hace que sus habitantes estén en riesgo de perder poder adquisitivo muy rápidamente. El Gobierno por su parte insiste en que con esta reforma lo que intentarán es hacer más previsible el esquema de aumentos para jubilados, y aseguran que no perderán poder adquisitivo. Algo muy criticado por la oposición teniendo en cuenta los números de la inflación y después de que las previsiones del Ejecutivo se hayan visto superadas en los últimos años.
Lo cierto es que a pesar de la bronca y el bochornoso espectáculo, el dictamen pasó el primer trámite, de momento en comisión.