CIUDAD DE MÉXICO, 21 Feb. (Reuters/Notimérica) -
El banco central de México indicó este martes que Agustín Carstens permanecerá como gobernador de la entidad hasta el 30 de noviembre, cinco meses más de lo anunciado originalmente por el funcionario, en momentos en que el país sufre una creciente inflación, ralentización de su economía y debilidad del peso.
A ello se suma una gran incertidumbre por las políticas que podría adoptar Estados Unidos bajo el Gobierno del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y sus planes de revisar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) --que integra con México y Canadá--, un proceso que iniciaría este próximo mes de junio.
Carstens, que lidera el Banco de México desde 2010, anunció el pasado mes de diciembre su renuncia al cargo --que se hace efectiva el próximo 1 de julio--, cuatro años antes de concluir su segunda gestión, para aceptar la designación como gerente general del Banco de Pagos Internacionales (BIS) a partir del 1 de octubre de 2017.
El presidente de México, Enrique Peña Nieto, pidió al funcionario que postergara su salida del cargo, dijo este lunes un portavoz de la Presidencia. Asimismo, una fuente del banco central dijo que el propio Carstens propuso al mandatario posponer su salida.
El BIS expresó este martes que acordó retrasar en dos meses hasta diciembre la fecha de inicio de Carstens en su nueva gestión.
ECONOMÍA
La economía mexicana creció cerca de un 2,3 por ciento en 2016, en tanto que en enero, la inflación interanual se disparó a un 4,72 por ciento, su mayor nivel en más de cuatro años por fuertes alzas en los precios de gasolinas y gas doméstico.
El banco ha subido en 325 puntos base la tasa de interés de referencia entre diciembre del 2015 y el pasado 9 de febrero, para situarla en un 6,25 por ciento, su nivel máximo desde marzo del 2009 en medio de la crisis financiera global.
Uno de los subgobernadores de la autoridad monetaria, Alejandro Díaz de León, comentó este lunes a 'Reuters' que el Banco de México se enfrenta a un ambiente "especialmente complejo" para tratar de mantener la inflación bajo control, con alzas en su tasa clave pero sin afectar el crecimiento económico del país.