Actualizado 01/06/2018 21:10

¿'Casa del Pueblo' o 'Palacio de Evo'? La polémica desatada por la nueva sede del Gobierno en Bolivia

La Casa del Pueblo, Bolivia
WIKIMEDIA COMMONS

   LA PAZ, 1 Jun. (Notimérica) -

   El presidente de Bolivia, Evo Morales, ha generado polémica por la construcción de la nueva sede del Gobierno. Es una torre que destaca por sus aparentes lujos y que recibe el nombre de la Casa Grande del Pueblo. La oposición, sin embargo, la llama 'el palacio de Evo'.

   Según 'Página Siete', se estima que ha costado 292 millones de bolivianos (42 millones de dólares), aunque la cifra oficial no ha sido hecha pública. Además, los planos del edificio muestran que la suite presidencial tiene 1.068 metros cuadrados e incluye sauna, jacuzzi y sala de masajes.

    Las reacciones de la oposición no se han hecho esperar. La diputada opositora María Calcina sostiene que "'el palacio de Evo' muestra cuáles son las prioridades del Gobierno: lujos y comodidades que los bolivianos corrientes no pueden conocer más que en fotos".

   Opina que "el edificio es un monumento al derroche, un gasto de dinero de recursos del estado" y que el dinero utilizado "se debería invertir en salud, en el Hospital de Clínicas, que es concurrido por personas que no tienen acceso a un seguro".

   El expresidente Jaime Paz Zamora, también tiene en mente el hospital que menciona Calcina. "Está construido, ahí está y no tenemos que llorar; todavía hay posibilidad de que cuando Evo ya no sea Presidente lo podamos destinar a un Policlínico", expresa.

   La ministra de Comunicación, Gisela López, mientras tanto, defiende la obra argumentando que es necesario para el trabajo del Gobierno. "Cuando el presidente termina una reunión con el Pacto de Unidad, cuando termina una reunión con los movimientos sociales de nuestro país, anuncia decretos, anuncia leyes, anuncia políticas de Estado; por eso, este nuevo edificio, una necesidad para el Ejecutivo, una necesidad para el pueblo, se llama la 'Casa del Pueblo', porque nuestro Gobierno gobierna con el pueblo", sostiene.

   También apela al carácter estético del edificio. Indica que "al Palacio de Gobierno (actual) se lo construyó con la lógica de que sea un palacio colonial, frío, excluyente, racista, clasista; y la visión y la perspectiva con la que se ha construido la 'Casa del Pueblo' es todo lo contrario".