Actualizado 19/05/2017 16:42

Claves para entender la actual crisis política de Brasil

Brazil's President Michel Temer reacts as he speaks at the Planalto Palace in Br
REUTERS/ UESLEI MARCELINO

   BRASILIA, 19 May. (Notimérica) -

   Los casos de corrupción que rodean al presidente de Brasil, Michel Temer, y que han hecho dimitir a parte de sus aliados, están poniendo en jaque al mandatario. Las conversaciones comprometedoras entre Temer y el empresario Joesley Baptista han implicado aún más al mandatario en el caso 'Lava-Jato'.

   Presionado tanto por la oposición como por su propio partido --hecha patente sobre todo tras la dimisión de algunos ministros de su ejecutiva-- Temer busca una salida que no pase por la dimisión que determinados sectores le piden a gritos.

   Los audios y vídeos que uno de los responsables de JBS --empresa que se encuentra entre las mayores agroindustrias de Brasil--, Joesley Baptista, se incluirán dentro del sumario de la causa, en manos de Edson Fachin, magistrado del Supremo Tribunal Federal (STF) a la espera de saber en qué medida afectarán al líder brasileño.

IMPLICADOS Y POSIBLES CONSECUENCIAS

   Las acusaciones hechas por Batista no solo han implicado directamente a Temer, sino también al senador Aécio Neves y presidente del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), separado de su cargo por decisión del STF.

   El presidente brasileño, por su parte, se encuentra sorteando la dimisión y buscando un acuerdo que le permita consolidar su maltrecho mandato, que cuenta con una creciente incredulidad incluso en sus propias filas.

   Tras la publicación de estas informaciones, el presidente Temer aseguró su inocencia mediante un pronunciamiento en la televisión del país, en el que solicitó también la celeridad del proceso judicial con el fin de aclarar cuanto antes la situación. También reiteró que no contemplaba la renuncia al cargo y piensa defender su mandato.

   Poco después, varios de sus aliados abandonaron sus puestos, como es el caso de los ministros de Defensa, Cultura y Ciudades.

   La Cámara de los Diputados ya ha recibido hasta tres peticiones de apertura de un proceso de 'impeachment', el procedimiento por el que Temer alcanzó la Presidencia de Brasil, tras la destitución de su predecesora, Dilma Rousseff.

   Movimientos que apoyaban a presidente, como es el caso de Vem para Rua y Movimiento Brasil Livre también se han posicionado en contra de Temer y han solicitado su renuncia, según la consultoría 'Llorente y Cuenca'.

   Descartada la renuncia al cargo por parte del mandatario, tras las reiteradas declaraciones en las que ha asegurado que no se iría, las opciones restantes son la apertura de un proceso de 'impeachment' o la remota posibilidad de que en la investigación abierta contra el presidente el STF decida que debe entrar en prisión.

   En el caso de llevar a cabo el proceso de 'impeachment', sería imprescindible la aprobación de la solicitud por parte del Senado, después de que la Cámara de Diputados abra el proceso, algo que se dilataría más de tres meses.

   Suponiendo que se aprobase y Michel Temer fuese separado de su cargo mediante esta destitución, se convocarían unas nuevas elecciones en un plazo de 30 días y el Congreso Nacional habría de aprobar un sustituto al presidente.

   También existe la posibilidad que el fallo judicial conlleve cárcel para el presidente, como fue el caso del senador Delcidio Amaral a finales de 2015.

   La situación política que se abre en Brasil con la revelación de que la corrupción podría salpicar de pleno al presidente del país pone a Temer en una tesitura tremendamente compleja. Abandonado por parte de los suyos y enjuiciado por la oposición, Michel Temer se encuentra viviendo los peores momentos de su mandato presidencial.

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