Members of Brazil's Movimento dos Sem-Teto (Roofless Movement) shout slogans to
NACHO DOCE/REUTERS
 

   BRASILIA, 28 Abr. (Notimérica) -

   La reforma laboral impulsada por el presidente brasileño, Michel Temer, pasó este jueves el filtro de la Cámara de Diputados y será remitida al Senado, donde se prevé que también sea aprobada debido a la mayoría oficialista del órgano.

   Se trata de la mayor modificación en la legislación laboral de Brasil desde el año 1943, cuando se estableció la Consolidación de las Leyes del Trabajo (CLT). Una importante parte de la sociedad brasileña, así como los sindicatos, rechazan la entrada en vigor de los cambios en las condiciones laborales, considerando que atentan contra sus derechos constitucionales.

   Por ello, han llamado a la huelga general este viernes, que será la primera que vivirá el país desde el año 1996. Pareciera que el paro nacional es la culminación de las múltiples protestas surgidas a raíz de la modificación del sistema de jubilaciones, la terciarización laboral, o la congelación de los gastos públicos --aprobada el pasado año--.

   Dichas manifestaciones y las grandes diferencias de opinión ven su base en la grave situación de crisis económica y fiscal por la que pasa el país y que, precisamente, constituye el principal alegato que ha realizado Temer en los últimos tiempos para justificar las reformas estructurales.

   Sin embargo, el descontento social se alimenta también de otro punto clave, que no está exento de importancia. La falta de legitimidad social con la que cuenta tanto Michel Temer como su Gobierno, así como los últimos grandes casos de corrupción, han llevado a las clases medias a estallar.

   La reestructuración de la economía se pretende establecer para, entre otras cosas, hacer frente a los altos índices de desempleo --que alcanzaron niveles récord con unos 13,5 millones de brasileños en paso--, para lo que se pretende seguir los pasos de Europa, que para Temer han sido ejemplo desde hace una década.

   Igualmente, se tratará de atraer a la inversión y localización empresarial extranjera al país a través de un sistema laboral flexible y con mayores facilidades de contratación.

REFORMA LABORAL

   Uno de los puntos claves de la reforma es la liberación de los convenios laborales de la ley de trabajo de 1943, de manera que se posiciona por delante lo negociado entre empleadores y empleados frente a la ley. Este hecho permitirá reducir los costos laborales, permitiendo que se anime la contratación privada.

   La reforma de ley estipula que podrá someterse a negociación el tiempo de duración de la jornada laboral del empleado y sus descansos reglamentarios. Así mismo, se crearán nuevos tipos de contratos de trabajo que, por ejemplo, relajarán las restricciones sobre la contratación de trabajadores temporales e introducirá garantías para el trabajo subcontratado.

   Se creará además un banco de horas trabajadas de los operarios, algo que, junto a las anteriores medidas, supondrá que las jornadas laborales de los trabajadores puedan acumular hasta 48 horas semanales trabajadas en contratos que, de la misma manera, no tendrían por qué suponer un seguro a largo plazo.

   El aumento de las horas de trabajo, al estar extinto de la legislación, no tiene por qué corresponderse con un reglado aumento salarial o con amplios tiempos de descanso. Todo queda en manos del acuerdo del trabajador y su empleado.

   Por otro lado, de aprobarse la propuesta de ley en el Senado, las vacaciones se podrán dividir hasta en tres periodos a lo largo del año, haciendo que las ausencias de los empleados no se alarguen y, por tanto, la productividad pueda ser mayor.

   Además, las contribuciones a los sindicatos dejarán de ser obligatorias para los trabajadores --lo que hasta el momento suponía el descuento de un día anual destinado al gremio de cada empleado--, algo que restará poder a los gremios y federaciones y dejará a los trabajadores con menor representación.

   Así pues, la sociedad brasileña considera que las medidas ponen en riesgo el cumplimiento de los derechos de los trabajadores, los cuales se encontrarían dentro de un mercado laboral colapsado por la crisis y el desempleo y con un débil sistema sindical, sujetos a las decisiones de sus empleadores.

   Por último, la reforma laboral también introduce otras cuestiones, como reglamentar el trabajo desde casa con un reembolso para los gastos del trabajador y se permitirá a las mujeres embarazadas acudir a puestos laborales en ambientes insalubres siempre que se haya presentado un certificado médico que asegure que no hay riesgo para ella y el feto.

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