Actualizado 04/02/2017 08:33

Santos se compromete a evitar amenazas contra los líderes sociales en Colombia "en este clima de paz"

Santos
EUROPAPRESS

BOGOTÁ, 4 Feb. (EUROPA PRESS) -

El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, se ha comprometido este viernes a evitar que las "amenazas contra los líderes sociales" empañen el "clima de paz" que existe en el país tras la firma del acuerdo con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), que está entrando en la fase de desarme de los guerrilleros.

"Cualquier asesinato nos duele", ha indicado el mandatario a través de un comentario publicado en su cuenta oficial de la red social Twitter. "Estamos trabajando con la Fiscalía y con la Fuerza Pública para proteger a los líderes sociales y esclarecer las denuncias", ha añadido.

El pasado sábado Porfirio Jaramillo, un líder campesino de la región del Urabá, ubicada a unos 100 kilómetros al norte de la ciudad de Medellín, fue asesinado presuntamente por miembros del clan del Golfo el pasado sábado, tal y como anunció el viceministro del Interior, Guillermo Rivera.

Según el director de la Unidad para las Víctimas de Colombia, Alan Jara, con este el balance de líderes sociales asesinados en el país desde el pasado 1 de diciembre se ha elevado a un total de 17. Ya entonces el presidente pidió a la Fiscalía una investigación de la muerte de Jaramillo y a la Policía la detención de los responsables.

"No permitiremos que en este clima de paz los líderes sociales sean amenazados. Hay 23 atentados resueltos, con sentencias y capturas", ha agregado Santos.

Los nombres de los líderes asesinados hasta ahora son, además de Jaramillo, Vicente Borrego, Luis Carlos Tenorio, Samir López, José Abdón Hoyos, Nataly Salas, Eder Mangones, Guillermo Veldaño, Anuar Álvarez, Yaneth Calvache, Olmedo Pito, Aldemar Parra, Juan Mosquera, José Yimer Cartagena, Emilsen Manyoma, Joe Javier Rodallega y Hernán Agámes.

El pasado mes de noviembre, la Misión de Naciones Unidas en Colombia y el equipo de la ONU en el país ya subrayaron la necesidad de proteger a los civiles y construir una "armonía comunitaria" en el país, mostrando su preocupación por la reciente ola de violencia que se ha registrado contra líderes sociales en varias áreas afectadas por el conflicto con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).