Actualizado 17/12/2014 23:29

Colombia, ante un segundo cese al fuego en un conflicto de más de 50 años

Los diálogos de paz entre las FARC y el Gobierno de Colombia en La Habana.
Foto: REUTERS

BOGOTÁ, 17 Dic. (Colprensa/Notimérica) -

   Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) han anunciado este miércoles que llevarán a cabo un cese del fuego unilateral por tiempo indefinido a partir del próximo 20 de diciembre, en el marco de los diálogos de paz que lleva a cabo el Gobierno colombiano con la guerrilla en La Habana (Cuba).

   Colombia ha hecho solo una vez el intento de un cese al fuego dentro de una negociación para un acuerdo de paz, por tiempo indefinido. Esta se dio en el inicio del Gobierno del expresidente Belisario Betancur, quien planteó la necesidad de iniciar un proceso de paz y de ejecutar una reforma política que facilitara la realización de diálogos entre las guerrillas, con el fin de llegar a la solución negociada del conflicto.

   En este contexto, en noviembre de 1982 se aprobó la Ley General de Amnistía y la derogación del Estatuto de Seguridad, creando con ello un momento favorable para los diálogos entre la guerrilla y el Gobierno Betancur.

   En esas conversaciones de paz participaron las FARC, el Ejército Popular de Liberación (ELN), el Movimiento 19 de Abril (M-19) y la Autodefensa Obrera. Por fin, en marzo de 1984 se asumió el compromiso de un cese bilateral del fuego con las FARC, sin que esto significara la entrega de armas por parte de este grupo.

   En aquel entonces, las FARC ordenaron cese al fuego a sus 27 frentes guerrilleros, mientras que Betancur determinó lo mismo a todas las autoridades civiles y militares del país.

   A su vez, se acordó que cuando hubieran cesado los enfrentamientos armados, se abriría un período de prueba de un año para que los miembros de las FARC se organizaran política, económica y socialmente, teniendo en cuenta su libre decisión de acogerse a los beneficios de la ley 35 de 1982 y decretos complementarios.

   Pese a la firma del acuerdo, a los pocos meses de este acto, en el país se siguieron presentando permanentemente actos delictivos y de violencia; por lo que comenzaron los desacuerdos entre el Gobierno, que acusaba a las FARC de violar la tregua, y estos, que se defendían con el argumento de que era una provocación de los enemigos de la paz, con el fin de que se terminara el proceso.

   Tras los atentados que se cobraron la muerte de varios guerrilleros y pese a los permanentes hostigamientos militares contra los diferentes frentes, las FARC mantuvieron la tregua y anunciaron la decisión de encabezar una coalición, por lo que se creó la Unión Patriótica (UP).

   Los diálogos que se comenzaron con la Unión Patriótica (UP), integrada por varios desmovilizados, no duraron mucho, ya que los máximos líderes de la época, Manuel Marulanda y Jacobo Arenas, no retornaron plenamente a la vida civil y pronto se reorganizaron porque la mayoría de los miembros de la UP fueron asesinados.

   Por su parte, los acercamientos que se realizaron con el M-19 no tuvieron éxito en este cese de fuego bilateral, debido al asesinato de Iván Marino Ospina, miembro de la cúpula militar de ese grupo, un hecho con el que se puso punto final a las negociaciones.

   A partir de este asesinato, se recrudecieron las acciones del M-19. En noviembre de 1985 el grupo insurgente tomó el Palacio de Justicia, ubicado en el centro de Bogotá.

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