SANTIAGO, 25 Nov. (Notimérica) -
Exmilitares, familiares y amigos del fallecido dictador chileno Augusto Pinochet, que gobernó Chile entre 1973 y 1990, se han reunido este miércoles para conmemorar en un polémico homenaje los 100 años de su natalicio en la finca privada de Los Boldos, en la región central de Valparaíso.
El homenaje, encabezado por la viuda del dictador, Lucía Hiriart, contó con algo menos de los 500 invitados previstos, entre los que se encontraron los tres hijos menores, Marco Antonio, Verónica y Jacqueline; el exalcalde de la comuna de Providencia Cristian Labbé, y colaboradores del exdictador de su círculo político y de las Fuerzas Armadas.
Sobre la ceremonia, que ha consistido en una misa tradicional y un cóctel para después, el exalcalde ha indicado que "cada uno es libre de hacer lo que estime pertinente" y que Chile es un país en el que caben "todos".
Por su parte, el exministro de Interior y de Hacienda durante la dictadura chilena, Carlos Cáceres, ha declarado que acudía al homenaje "con gratitud, con afecto, contento de haber podido trabajar con él en alguna responsabilidad de gobierno en dos carteras, de Hacienda y de Interior, durante la transición", según ha informado radio Cooperativa.
"Cada uno puede juzgar como estime conveniente. Yo siento gratitud y afecto y esa es la razón por la que vengo a este homenaje con motivo de los primero 100 años de su nacimiento. La gente que viene es la que siente motivación, agradecer y manifestar afecto", ha explicado.
A la finca donde se encuentran las cenizas del exdictador llegaron los invitados en automóviles particulares, aunque también llegaron ocho buses con pegatinas del régimen militar y de la figura del ex gobernante.
Después de la misa, que se celebró al aire libre, se inauguró un mástil de 20 metros donde se izó una bandera y se entonó el himno nacional. Después, los invitados acudieron al cóctel prevista.
LAS REACCIONES
Por su parte, el actual ministro de Interior, Jorge Burgos, ha apuntado que hay "grupos pequeños de personas" que creen que tienen "justificación política" para recordar a Pinochet, pero ha recordado que en tiempos de democracia las personas están en su derecho de "recordar a quienes no fueron demócratas, sino más bien no contribuyeron en nada, destruyeron la democracia".
Asimismo, el portavoz del Gobierno, Marcelo Díaz, ha explicado que el país tiene una idea formada sobre la figura del dictador y que "si algunos creen que Pinochet merece algún tipo de homenaje, no es mucho lo que podemos señalar". "Nosotros podemos reafirmar nuestra convicción de la lucha por la dignidad de los Derechos Humanos siempre, ese es el compromiso de la democracia después de una experiencia dictatorial", ha comentado.
Por otro lado, la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos (AFDD) durante la dictadura ha calificado el acto de "apología al terrorismo" y ha recriminado que en Chile se permita que se celebre un acto que reivindica a Pinochet y, a fin de cuentas, "su actuar de tortura, de desapariciones y de crímenes que es lo que él representa".