Actualizado 13/01/2017 13:02

¿Cuál es el origen de la recién derogada ley "pies secos, pies mojados"?

BALSEROS CUBANOS
REUTERS

   LA HABANA, 13 Ene. (Notimérica) -

   El presidente saliente de Estados Unidos, Barack Obama, ha anunciado este jueves el fin de la política de "pies secos, pies mojados", una política impulsada por el Gobierno de Bill Clinton en 1995 que permitía la entrada a Estados Unidos de inmigrantes cubanos sin visado.

   Con el objetivo de normalizar las relaciones con Cuba, Obama ha defendido el acercamiento a la isla como "la mejor manera de garantizar que los cubanos pueden disfrutar de prosperidad, buscar reformas y determinar su propio destino".

   Por su parte, el Gobierno cubano ha celebrado la decisión de la Casa Blanca a tan solo ocho días de la llegada de su nuevo inquilino, Donald Trump, calificándola como "un importante paso en el avance de las relaciones bilaterales", según publica 'BBC'.

   Esta nueva apertura política entre ambas naciones se centrará en el trato igualitario de los inmigrantes que lleguen a Estados Unidos, independientemente de su país natal. Para Obama, la política derogada recientemente "fue diseñada para una era diferente", ya que fue desarrollada durante la llamada 'Crisis de los balseros' de 1994.

   La desaparición de la Unión Soviética en 1991 perjudicó gravemente a uno de sus principales aliados, Cuba, la cual se hundió en una profunda crisis económica que estuvo marcada por la reducción del nivel de vida y la escasez general.

   Debido al descontento nacional, muchos cubanos encontraron grandes oportunidades en el país vecino, Estados Unidos, que desarrolló una nueva versión de la Ley de Ajuste Cubano de 1966. Ésta garantizaba que todos los cubanos que entraran al país de forma legal podrían obtener una residencia al año y un día de pisar territorio norteamericano.

   Pero Bill Clinton --presidente en aquel momento-- desarrolló en 1995 la conocida política "pies secos, pies mojados" para formalizar las salidas irregulares de la isla. Se basaba en la anterior de 1966 pero concedía los mismos derechos a las personas que entraran al país de manera irregular en embarcaciones precarias y alcanzasen la costa.

   Aquellas personas que lograran pisar suelo estadounidense ('pies secos'), podían solicitar la residencia permanente al año y un día desde el momento en el que llegaron a dicho territorio. En cambio, aquellos cubanos que fueran interceptados en el mar por la Guardia Costera ('pies mojados'), deberían volver a su país de origen.

   A pesar de que esta legislación se aplicaba directamente a aquellos individuos que querían introducirse en el país por mar, también se aplicaba por aire, ya que si una persona llegaba al país mediante un avión podía pedir visado y asilo al pisar tierra tras el aterrizaje.

   Uno de los casos más mediáticos de esta política migratoria fue el del joven Elián González, quien fue sacado de manera irregular de Cuba, su país natal, para ser trasladado a Estados Unidos. Durante la travesía su madre falleció y fue uno de los pocos supervivientes que llegó a pisar territorio estadounidense.

Aunque era un menor y, por lo tanto, no tenía la autoridad para acogerse a la ley "pies secos, pies mojados" y establecer su residencia en Estados Unidos, la familia lejana que vivía en dicho territorio se acogió a la legislación para evitar su deportación a Cuba, desde donde le reclamaba su padre biológico.

   Finalmente, el Departamento de Justicia estadounidense ordenó que el niño fuera sacado por la fuerza del hogar que lo había acogido para regresar a Cuba junto a su padre, con el que se encontró seis meses después de su llegada al país vecino tras varias negociaciones con el Servicio de Inmigración y Naturalización (INS, por sus siglas en inglés).