Actualizado 26/06/2014 10:44

Gross sufre tendencias suicidas, según denuncia su mujer

Contratista estadounidense Alan Gross
Foto: HO NEW / REUTERS

MADRID, 25 Jun. (EUROPA PRESS) -

   El ex contratista estadounidense Alan Gross tiene tendencias suicidas, según han alertado este miércoles su mujer y su abogado en un comunicado tras visitarle en la cárcel de La Habana donde cumple una condena de 15 años por introducir equipos de comunicación por satélite en la isla caribeña.

   "Estoy muy preocupada por que Alan haga algo drástico, ahora que su madre ha muerto. Estoy muy preocupada porque cada día está más deprimido. Ambos gobiernos deben saber que está planeando acabar con su vida para acabar con esta agonía", ha dicho Judy Gross.

   Por ello, ha instado al presidente estadounidense, Barack Obama, a "hacer todo lo que esté en su mano para acabar con esta pesadilla y traer a Alan a Casa desde Cuba", según ha informado la cadena norteamericana NBC.

   "Si podemos negociar con cinco miembros de los talibán para traer a casa a un soldado estadounidense, seguro que podemos encontrar un camino a seguir para traer a casa a un ciudadano estadounidense de una prisión cubana", ha apuntado.

   De esta forma, se ha referido al caso del sargento Bowe Bergdahl, que fue liberado el pasado 31 de mayo por los talibán después de cinco años de secuestro en Afganistán a cambio de la excarcelación de cinco insurgentes que estaban en la prisión militar de Guantánamo.

CASO GROSS

   Gross fue detenido en diciembre de 2009 en La Habana cuando estaba trabajando para la Agencia para el Desarrollo Internacional (USAID) con el fin de facilitar el acceso a Internet a la comunidad judía en Cuba introduciendo equipos de comunicación satelital.

   Tras permanecer dos años en prisión preventiva, en marzo de 2011 fue condenado a 15 años de cárcel por llevar a cabo "actos contra la independencia o la integridad del Estado cubano".

   Desde entonces, Estados Unidos ha solicitado insistentemente a Cuba que libere a Gross por razones humanitarias, ya que, según argumenta, se encuentra gravemente enfermo. "Creo que no sobrevivirá a esta terrible experiencia", dijo su mujer.

   Las autoridades cubanas han rechazado estas acusaciones, aseverando que el estado de salud del contratista estadounidense es "normal" y que "realiza regularmente intensos ejercicios físicos" para mantenerse en forma.

HUELGA DE HAMBRE

   En este contexto, Gross llevó a cabo el pasado mes de abril una huelga de hambre de nueve días que, según aclaró en un comunicado, inició "por el trato al que está sometido por los gobiernos" de Washington y La Habana.

   "Estoy ayunando para objetar las falsedades y la inacción de ambos gobiernos, no sólo en relación a su responsabilidad compartida por mi detención arbitraria, sino también por la falta de cualquier esfuerzo razonable o válido para resolver la situación", dijo.

   Además, indicó que el intento de Estados Unidos de crear, a través de la Agencia para el Desarrollo Internacional (USAID), una red social parecida a Twitter para favorecer la comunicación entre los cubanos, "ha sido la gota que colmó el vaso".

   Gross consideró que el hecho de que la USAID haya admitido la autoría de este proyecto pone en riesgo su vida, ya que, de acuerdo con fuentes citadas por la prensa estadounidense, el objetivo real de esta red social sería derrocar al Gobierno de Raúl Castro.

POSIBLE CANJE

   Las posibilidad del diálogo bilateral permanece en el aire, principalmente, porque La Habana pretende llevar a la mesa de negociaciones el caso de los cinco agentes de los servicios de Inteligencia detenidos en 1998 en el país norteamericano y condenados en 2001 por espionaje, para proponer un canje de presos.

   'Los Cinco' son considerados unos héroes en Cuba porque se les atribuye la infiltración en redes terroristas cubano-estadounidenses para evitar atentados en la isla caribeña, sin embargo, en Estados Unidos son considerados espías que pretendían atentar en suelo norteamericano.

   El caso Gross puso fin a un breve periodo de distensión en las relaciones bilaterales, propiciado por la llegada a la Casa Blanca de Obama, que flexibilizó el embargo comercial impuesto a la isla desde hace más de medio siglo al permitir que los cubano-estadounidenses puedan viajar libremente y enviar remesas a su país.