Actualizado 17/02/2017 12:06

Las Damas de Blanco solicitan el diálogo entre el arzobispado y el Gobierno cubano

Lidice Moya, Berta Soler, Marcela Sanchez and Dolia Leal (L-R) walk underneath t
REUTERS PHOTOGRAPHER / REUTER

   LA HABANA, 17 Feb. (Notimérica) -

   La líder del Movimiento Damas de Blanco, Berta Soler, se reunió este miércoles con el arzobispo de La Habana, Juan de la Caridad García, para conversar sobre la situación en la que se encuentra la organización con el objetivo de que la Iglesia Católica se pronuncie ante el Gobierno cubano.

   "La petición fue que se pronunciara ante el gobierno cubano, que la Iglesia Católica no estuviera en silencio, y que era muy importante el cese de la violencia y la libertad religiosa", indicó Soler según 'El Nuevo Herald'.

   Durante el encuentro, Soler y otra de las integrantes del movimiento, María Cristina Labrada, conversaron con el arzobispo sobre el acoso a la que son sometidas diariamente junto con el resto de disidentes políticos y otros activistas del país.

   Además, la líder del Movimiento Damas de Blanco aseguró que tenía esperanza tras la solicitud porque el arzobispo se mostró "muy receptivo" y confirmó que iba trasmitir la información de la reunión al gobierno cubano. Sin embargo, García no garantizó que este respondiera ante la petición.

NI A LA IGLESIA

   La reunión entre Soler y Labrada con el arzobispo surgió tras las fuertes represiones y amenazas a las que son sometidas muchas mujeres pertenecientes al movimiento y sus familiares por parte de la Policía al intentar asistir a misa los domingos, una situación que se extiende también entre semana.

   "No podemos salir de la casa, lo mismo de la casa, como desde la sede (de la organización) ya tienes la policía ahí. No menos de treinta mujeres en la ciudad de la Habana somos detenidas los domingos y no menos de 60 o 70 en toda la isla", aseguró Soler.

   La institución católica ha tenido un papel destacado como intermediaria entre la oposición, la sociedad cubana y el mandatario del país, Raúl Castro. Tal importancia recae en la liberación de los presos políticos de la denominada 'Primavera Negra', acontecida en 2003.

   Tras una reunión en 2010 entre las integrantes de las Damas de Blanco junto con el, por entonces, arzobispo de la capital, Jaime Ortega, se puso en marcha un acuerdo entre Castro y la Iglesia Católica para dar libertad a estos disidentes, tras años de negociaciones internacionales.