BOGOTÁ, 17 Ene. (EUROPA PRESS) -
Jaime Ernesto Gómez, el escolta del que fue líder de la guerrilla Movimiento 19 de Abril (M-19) y candidato a la Presidencia de Colombia tras abandonar las armas, Carlos Pizarro, ha sido detenido este lunes, acusado de estar implicado en el asesinato de Pizarro hace ahora 27 años.
La Fiscalía colombiana ha anunciado este lunes su detención señalando que Gómez asesinó al sicario que acabó con la vida de Pizarro "para asegurar su silencio".
Tal y como ha explicado en un comunicado, Gómez habría "ultimado al sicario que asesinó a su jefe el 26 de abril de 1990 en un avión comercial que viajaba desde Bogotá con destino a la ciudad de Barranquilla (Atlántico)".
"Dentro de la investigación que adelanta la Dirección Nacional de Análisis y Contexto (Dinac), la Fiscalía estableció que el sicario identificado como Gerardo Gutiérrez Uribe, alias 'Yerri', habría sido asesinado para asegurar su silencio, y que su muerte supuestamente fue planeada por los máximos responsables de estos hechos", ha señalado el organismo.
Tras su detención, Gómez ha sido puesto bajo disposición judicial como "coautor" de un delito de homicidio agravado con concierto para delinquir y porte ilegal de armas o municiones de uso privativo de las fuerzas armadas.
En noviembre de 2014 se decidió exhumar el cadáver de Pizarro para esclarecer su asesinato, en el que se sospecha que estuvieron implicados agentes de la seguridad del Estado.
Pizarro fue el máximo comandante del M-19 y, después de que la guerrilla abandonara las armas, en 1990, se convirtió en su candidato presidencial. El 26 de abril de ese año, fue asesinado durante un vuelo en el que se dirigía a un acto electoral en Barranquilla.
'Yerri', que entró en el avión haciéndose pasar por un pasajero y con una identidad falsa, se levantó de su asiento y, cuando se dirigía al aseo, disparó con una subfusil a Pizarro por la espalda. Como respuesta, su escolta abrió fuego contra el agresor.
Las autoridades colombianas han atribuido la autoría intelectual al que fuera líder de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) Carlos Castaño. Para evitar que el crimen prescribiera, la Fiscalía lo declaró de lesa humanidad justo antes de que se cumplieran 20 años.
El caso cobró actualidad en 2013, cuando la Fiscalía lo vinculó a los magnicidios de Luis Carlos Galán y Bernardo Jaramillo al detectar al menos 25 coincidencias entre estos tres crímenes, por ejemplo, en cuanto a los móviles, las armas y los autores.