Actualizado 16/12/2015 09:28

Un día negro para Eduardo Cunha

RÍO DE JANEIRO, 16 Dic. (Notimérica) -

   El presidente de la Cámara de los Diputados de Brasil, Eduardo Cunha (Partido del Movimiento Democrático de Brasil), posiblemente recuerde el 15 de diciembre de 2015 como uno de los peores días de su vida; un día que empezaba a las seis de la mañana con la Policía Federal registrando sus casas y que no le ha dado más que malas noticias.

   Desde que asumió el cargo, Cunha ha sido el principal azote del Gobierno de Dilma Rousseff (Partido de los Trabajadores) y desde septiembre afronta acusaciones que lo relacionan con la trama corrupta de Petrobras, puesto que habría recibido hasta cinco millones de dólares de dinero sucio en concepto de sobornos.

   Durante la mañana, en su residencia oficial de Brasilia, la Policía ha incautado un ordenador personal, un 'Ipad' y tres teléfonos móviles, algo que, según el entorno de Cunha, es especialmente valioso porque el político es muy aficionado a usar Whatsapp, y el historial de conversaciones podría ponerle en un compromiso.

   Por otra parte, en su lujosa mansión de Río de Janeiro la Policía ha encontrado aparcado un taxi que pertenece a Altair Alves Pinto, mano derecha de Cunha y que presuntamente se encargaba de ir a recoger los sobres con el dinero de los sobornos, según explicó en sus declaraciones a la Policía Fernando 'el Baiano', uno de los cabecillas de la trama.

   Tras efectuarse los registros, y fiel a su estilo desafiante Cunha rápidamente ha acusado al Gobierno de practicar "revanchismo" manipulando las operaciones policiales para desgastarle a él y a su partido, y ha salido al paso de los rumores que decían que iba a presentar su dimisión esta misma tarde.

   Pero en la jornada negra de Cunha no sólo ha habido registros policiales: la comisión del Consejo de Ética que estudia en la Cámara si debe o no ser apartado de su cargo por las acusaciones de corrupción ha decidido, por 11 votos contra nueve, que el proceso siga adelante. A medio plazo esto podría provocar que Cunha pierda su escaño.

   Además, ante las continuas maniobras de Cunha para mantenerse en el cargo medio centenar de diputados del oficialista Partido de los Trabajadores (PT) y otras formaciones aliadas de izquierda han presentado un documento urgente al Tribunal Supremo Federal pidiendo que sea definitivamente cesado.

   Argumentan que Cunha usa la institución en beneficio propio para resolver sus problemas con la Justicia y ponen como ejemplo la apertura del proceso de 'impeachment' en clave de venganza personal contra el PT y contra Rousseff, o las decisiones que toma sobre el reglamento de la Cámara, que usa a su antojo para entorpecer el trabajo del Consejo de Ética, por ejemplo.

   Cunha ha vivido todo un cúmulo de malas noticias precisamente en la víspera de otro día importante: este miércoles el Tribunal Supremo Federal decide cómo debe llevarse a cabo el 'impeachment', y en paralelo se celebrarán decenas de manifestaciones "contra el Golpe" en las que muy probablemente se escucharán de nuevo gritos de "Fora Cunha".