Actualizado 29/09/2017 20:30

Cuba ve "precipitada" la decisión de EEUU y avisa de que afectará a las relaciones

Embajada de Estados Unidos en Cuba
REUTERS / ALEXANDRE MENEGHINI

LA HABANA, 29 Sep. (Reuters/EP) -

El Gobierno cubano ha tachado de "precipitada" la decisión del Ejecutivo de Estados Unidos de retirar a todo el personal no esencial de su Embajada en La Habana y ha advertido de que este gesto repercutirá en el estado de las relaciones entre los dos países.

La responsable de las relaciones con Estados Unidos en el Ministerio de Exteriores cubano, Josefina Vidal, ha insistido en que las autoridades de la isla no tienen nada que ver con los misteriosos ataques acústicos que han afectado a un total de 21 ciudadanos norteamericanos.

La decisión "va a afectar las relaciones bilaterales, en particular sobre temas de interés mutuo", ha advertido Vidal en una declaración a la televisión estatal, apenas unas horas después de que el Departamento de Estado norteamericano anunciase que recortaría en más de la mitad su personal en La Habana por no considerar garantizada su seguridad.

Washington ha admitido que ninguno de los dos países ha sido capaz de identificar el origen de estos incidentes, si bien ha señalado a las autoridades cubanas como "responsables de adoptar las medidas apropiadas para impedir ataques contra el personal diplomático". También ha recomendado a los estadounidenses evitar los viajes a la isla.

"La salud, la seguridad y el bienestar de la comunidad de nuestra Embajada es nuestra mayor preocupación. Seguiremos investigando concienzudamente estos ataques hasta que la cuestión quede resuelta", ha advertido el secretario de Estado, Rex Tillerson, que ha confirmado también un compromiso a este respecto por parte del régimen castrista.

En este sentido, ha aseverado que ambas partes están dispuestas a "cooperar" y ha aclarado en un comunicado que, a pesar de la crisis, Washington aún sigue manteniendo "relaciones diplomáticas" con La Habana.

El aviso, en cualquier caso, supone un nuevo golpe para las relaciones bilaterales, tras varios años de deshielo que parecen haber llegado a su fin con al llegada de Donald Trump a la Casa Blanca. Trump no ha ocultado su malestar con la política de su predecesor hacia la isla y ya ha dejado claro que no levantará el embargo impuesto hace más de medio siglo.