Actualizado 02/10/2017 13:30

Estados Unidos recorta su personal diplomático en Cuba porque no esta garantizada su seguridad

Embajada de Estados Unidos en Cuba
REUTERS / ALEXANDRE MENEGHINI

WASHINGTON, 29 Sep. (Reuters/EP) -

El Gobierno de Estados Unidos ha anunciado que reducirá en más de la mitad su personal diplomático en Cuba porque no puede "garantizar su seguridad" y ha advertido del riesgo de viajar a la isla, en una medida adoptada como represalia a los supuestos ataques contra trabajadores norteamericanos.

Al menos 21 personas vinculadas a la Embajada estadounidense en La Habana sufrieron daños por unos incidentes acústicos que Washington considera organizados. El Gobierno cubano ha negado públicamente tener cualquier relación con estos hechos.

"Hasta que el Gobierno de Cuba pueda garantizar a Estados Unidos la seguridad de nuestro personal, la Embajada quedará reducida al personal de emergencia para minimizar el número de trabajadores expuestos", ha explicado un portavoz del Departamento de Estado norteamericano en declaraciones a los medios.

La orden implica, además, la suspensión "indefinida" de las tramitaciones rutinarias de visados y una alerta generalizada de viaje. "Dado que la seguridad de nuestro personal está en riesgo y no hemos podido identificar la fuente del ataque, creemos que también podrían estar en riesgo los ciudadanos de Estados Unidos y les recomendamos no viajar a Cuba", ha anunciado el portavoz.

Las 21 personas afectadas por los ataques han sufrido "pérdida de audición, mareos, zumbidos, vértigo, problemas visuales, dolor de cabeza, fatiga, problemas cognitivos y dificultad para dormir", según el portavoz del Departamento de Estado.

Washington ha admitido que ninguno de los dos países ha sido capaz de identificar el origen de estos incidentes, si bien ha señalado a las autoridades cubanas como "responsables de adoptar las medidas apropiadas para impedir ataques contra el personal diplomático".

El aviso supone un nuevo golpe para las relaciones bilaterales, tras varios años de deshielo que parecen haber llegado a su fin con al llegada de Donald Trump a la Casa Blanca. Trump no ha ocultado su malestar con la política de su predecesor hacia la isla y ya ha dejado claro que no levantará el embargo impuesto hace más de medio siglo.