Salvador Sánchez Ceren
REUTERS / EDUARDO MUNOZ

MADRID, 12 Ene. (EUROPA PRESS) -

El Gobierno salvadoreño ha expresado este viernes su "protesta" por las declaraciones del presidente estadounidense, Donald, Trump, quien presuntamente empleó el término de "países de mierda" para referirse a Haití, El Salvador y los países africanos durante una reunión en la Casa Blanca sobre inmigración, y ha pedido que se respete la "dignidad" de sus ciudadanos.

En un comunicado, el Ministerio de Asuntos Exteriores salvadoreño ha indicado que finalmente ha reaccionado tras esperar "prudentemente un pronunciamiento oficial" por parte del Gobierno estadounidense que aclarara o desmintiera las palabras del mandatario y después de que este haya publicado varios mensajes en su Twitter en los que "acepta implícitamente el uso de términos duros en menoscabo de la dignidad de El Salvador y de otros países".

Según ha precisado, el Gobierno salvadoreño rechaza este tipo de afirmaciones y ha hecho llegar a Washington una "nota de protesta". "El Salvador demanda respeto a la dignidad de su nombre y valiente pueblo, en el marco de los principios que rigen las relaciones entre los estados y en el contexto de los vínculos históricos vigentes entre ambas naciones, los cuales seguiremos trabajando por fortalecer", ha añadido.

Así las cosas, el Ejecutivo que preside Salvador Sánchez Cerén ha aprovechado para recordar la contribución de los salvadoreños en la reconstrucción del Pentágono tras los atentados del 11-S, así como en la reconstrucción de Nueva Orleans tras el huracán 'Katrina', además de la participación de los salvadoreños junto a Estados Unidos y otros países en "numerosas misiones de paz en el ámbito internacional".

Trump ha intentado salir al paso de las informaciones que aseguran que durante el encuentro con congresistas de los dos partidos el jueves en la Casa Blanca para hablar de inmigración usó el término "países de mierda".

En este sentido, ha reconocido que empleó "un lenguaje duro" aunque no en estos términos, si bien ha insistido en que él quiere un sistema migratorio "basado en los méritos" y la propuesta bipartidista que le planearon, además de suponer un paso atrás en el DACA --el programa del que se benefician los inmigrantes que llegaron al país siendo niños--, supondría "aceptar grandes cantidades de personas de países con alta criminalidad".

Además, el mandatario ha publicado un mensaje específico aclarando que nunca dijo "nada despectivo" sobre Haití, pero no se ha manifestado respecto al resto de países inmersos en la polémica.

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