Actualizado 13/05/2018 12:44

España defiende al embajador en Cuba que posó ante el monolito de Castro

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Europa Press

MADRID, 13 May. (EUROPA PRESS) -

El Ministerio de Asuntos Exteriores español ha salido en defensa del embajador en Cuba, Juan José Buitrago de Benito, frente a las críticas por haber posado ante el monolito de Fidel Castro y ha recalcado que el representante español lo que hizo en su visita a Santiago de Cuba fue homenajear a los españoles caídos en la guerra entre España, Cuba y Estados Unidos de 1898.

De esta forma responde al portavoz adjunto del PDeCaT en el Congreso, Jordi Xuclà, quien pedía cuentas al Gobierno tras la publicación de un artículo de la filóloga, periodista y premio Ortega y Gasset del Periodismo Digital, Yoani Sánchez, en el que aparecía una fotografía del Buitrago de Benito a pocos metros del mausoleo que guarda las cenizas de Castro, fallecido el 25 de noviembre de 2016. También Ciudadanos exigió explicaciones al Gobierno por esa imagen.

En su respuesta, que recoge Europa Press, el Ministerio que dirige Alfonso Dastis explica que el embajador, que lleva un año en el cargo, se desplazó el pasado febrero a Santiago de Cuba para iniciar los preparativos para la apertura del Consulado General de España en la citada ciudad.

Y que, como a "prácticamente todos" los embajadores acreditados en La Habana, el protocolo local les incluye una visita al cementerio de Santa Ifigenia, donde se encuentra los restos mortales del dictador cubano.

NO SUPONE NINGÚN POSICIONAMIENTO IDEOLÓGICO
Ahora bien, el Ejecutivo de Mariano Rajoy puntualiza que el planteamiento que se hizo de esa visita de Buitrago de Benito era "para, fundamentalmente, rendir homenaje a los españoles caídos en la guerra de 1898".

De hecho, el embajador hizo una ofrenda floral en el Panteón de los Mártires del Deber a españoles caídos durante la guerra entre España, Cuba y Estados Unidos de 1898, además de en el mausoleo donde reposan los restos del héroe nacional José Martí.

En este punto, el Gobierno aclara que la actividad de los representantes diplomáticos se desarrolla "con pleno respeto" de las leyes y usos locales y su participación en actos públicos, organizados por el protocolo oficial, "en absoluto puede interpretarse como posicionamiento ideológico en sentido alguno".