AUSTIN, Texas, 22 mayo (Reuters)
El condado de El Paso en Texas, que cuenta con una numerosa población latina, presentó este lunes una demanda en una corte federal para detener una nueva ley respaldada por los líderes republicanos del estado que busca castigar a las "ciudades santuario", afirmando que es vaga, cruel e inconstitucional.
La ley en Texas, que tiene una frontera con México más extensa que la de cualquier otro estado del país, entra en vigor el 1 de septiembre y ordena condenas de prisión para agentes de policía y alguaciles que no cooperen en el cumplimiento de las leyes de inmigración de Estados Unidos.
La medida presentada en una corte de distrito en San Antonio a nombre del condado y su alguacil nombra al gobernador republicano Greg Abbott y a otros como demandados. Sostiene que la ley daría lugar a perfiles raciales ilegales en el condado de unos 800.000 habitantes, donde más del 80 por ciento de la población es de ascendencia hispana.
"La historia y la lógica corroboran que los texanos no serán sometidos por igual a este hostigamiento", afirma la demanda.
Abbott ha dicho que la ley mantendrá a los criminales fuera de las calles. Sus partidarios republicanos aseveran que no hay grandes ciudades santuario en Texas y que la ley evitaría que alguna adopte tal práctica.
Se trata de la primera ley de su tipo aprobada por el estado desde que el republicano Donald Trump, quien ha pedido mano dura contra los inmigrantes indocumentados, asumió la presidencia del país en enero.
La ley de Texas permite a la policía preguntar a las personas sobre su situación migratoria durante una detención legal.
Sus partidarios han dicho que los inmigrantes que no han violado la ley no tienen nada que temer, mientras que sus críticos sostienen que permitirá que la policía detenga a personas por hasta 48 horas para revisar su situación migratoria, incluso por infracciones menores como cruzar una calle de forma imprudente.