El comandante de las FARC, 'Fabián Ramírez' (2000).
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   BOGOTÁ, 27 Feb. (Notimérica) -

   Recientemente, el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, calificó como un hecho histórico que las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) se encontraran a punto de dejar las armas e iniciar su reinserción a la vida civil en diversas zonas veredales y los denominados 'puntos transitorios de normalización'.

   Este proceso de vuelta a la vida normal en el país y el abandono de las armas queda latente con el llamado 'baby boom' de las FARC, con unas 80 mujeres guerrilleras embarazadas y 66 niños en estas zonas. No obstante, este paso no es tan fácil desde las propias zonas veredales, donde el proceso no parece implementarse de la manera correcta.

   Así lo ha sugerido uno de los exlíderes de las FARC Fabián Ramírez, quien ha admitido que el grupo guerrillero espera que el Gobierno cumpla con dicha implementación de la paz prometida en el acuerdo que garantiza el fin del conflicto armado.

   "No nos queremos imaginar que la única intención del Gobierno sea solamente que las FARC dejen las armas y que después digan que la implementación la va a hacer el otro gobierno o que no hay plata para ella", ha indicado en una entrevista concedida a 'El Colombiano'.

   El que fuera delegado de la guerrilla y comandante del Bloque Sur --una de las grandes subdivisiones de las FARC-- se ha mostrado poco optimista ante la nueva situación en la que se encuentran los exmilitares, asegurando que se han perdido "los valores humanos" porque "ni la población colombiana está preparada para la vida civil".

   Durante el coloquio, en el que estuvo acompañado por Darlinson Alberto Escobar, comandante del Frente 5 --al que Ramírez instruye para la normalización en la zona veredal de Llanogrande, en Dabeiba-- , quien recalcó la desconfianza que tiene el grupo guerrillero ante lo pactado en Cuba.

   "Si estamos dejando la guerra no será para dejar de luchar, lo único que vamos a dejar son las armas, el resto seguimos normal, por eso no aceptamos la palabra desmovilización, porque vamos a la normalización dentro del marco constitucional", aclara Ramírez.

   Una de las condiciones para este abandono de armas por parte de los guerrilleros fue la creación de un partido político con el objetivo de facilitar su inserción a la vida civil. Según el exlíder de las FARC, los primeros pasos de esta formación se llevarán a cabo "penalizando a todos aquellos que comiencen a echar mentiras para adquirir sus votos".

   "Queremos hacer votos conscientes, no votos comprados. El día que se haga política sin corromper a ningún líder, defendiendo las ideas de su partido y dando planteamientos de fondo para la solución de los problemas que tiene la población, ese día son otros los resultados en Colombia", ha sentenciado.

¿QUÉ SE LOGRÓ?

   El perdón por parte de los guerrilleros a las víctimas del conflicto armado era una de las peticiones fundamentales de la sociedad colombiana tras cuatro años de negociaciones entre las FARC y las autoridades gubernamentales del país.

"En nombre de las FARC-EP ofrezco sinceramente perdón a todas las víctimas del conflicto por todo el dolor que hayamos podido causar en esta guerra", declaró el líder del grupo armado, Rodrigo Londoño, alias 'Timochenko' tras la firma del acuerdo de paz en Cartagena.

   Sin embargo, tanto Ramírez como Escobar consideraron que les "empujaron a esta guerra" y justificaron sus actos asegurando que se trata de "estos errores los cometimos todos los sectores que participamos en el conflicto. Esto es un tema colectivo, si cometimos faltas por los efectos colaterales del conflicto, estamos dispuestos a declarar la verdad".

   No obstante, ambos se mostraron a favor de la transformación y normalización de las FARC en la vida social, asegurando que la guerra era necesaria para que el Gobierno reconociera "que había un sector de Colombia que tenía que ser escuchado", según Escobar.

   Además, durante esos años se han dado importantes avances y logros sobre "todo lo que nos hemos ido proponiendo", debido a que "se nos permite discutir en el Congreso, donde antes se planeaban actos de guerra y ahora se planea la paz", ha concluido Ramírez.