Publicado 28/05/2016 17:43

El gobierno mexicano recibirá a los maestros para abordar el tema educativo

Miembros de México de la CNTE en Chiapas
REUTERS


CIUDAD DE MÉXICO, 28 May. (Notimérica) -

Después de más de un mes de protestas llevadas a cabo por los maestros mexicanos, la Presidencia ha aceptado una mesa de negociación para atender sus reclamos, asegurando que este diálogo se llevará a cabo solamente si los maestros aceptan la reforma educativa.

Líderes de la coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) mexicana, el director general de Atención Ciudadana de la Presidencia, Carlos Eduardo Romero, aceptó este viernes una mesa de negociación entre la Secretaría de Gobernación y una comisión de maestros.

El gobierno del presidente, Enrique Peña Nieto, reiteró su disposición de iniciar un diálogo con los maestros, "siempre y cuando los líderes de la CNTE acepten la reforma educativa", según ha recogido el diario 'Proceso'. El propósito de este diálogo será explorar mecanismos para acelerar su implementación en Chiapas, Guerrero, Michoacán y Oaxaca.

"De igual forma, el gobierno de la República ratifica que su obligación es cumplir y hacer cumplir la ley, por lo que reitera que no puede aceptar un diálogo que tiene como planteamiento derogar la reforma educativa consagrada en la Constitución, así como tampoco puede aceptar ningún planteamiento que busque la violación de las leyes vigentes", apuntó.

La Reforma Educativa impulsada por el Gobierno del presidente mexicano Enrique Peña Nieto continúa suscitando un gran número de protestas a lo largo de todo el país. Los objetivos de la Reforma Educativa es "asegurar la educación integral, de calidad, de todos los niños y jóvenes del país".

Además, también se fomentará "la equidad e inclusión en la educación, disminuyendo las desigualdades en el acceso a los servicios educativos" y, en último lugar, se busca "aumentar la participación de la sociedad e involucrar a los padres de familia en el mejoramiento del sistema educativo".

Sin embargo, los maestros mexicanos aseguran que se trata de una maniobra del gobierno para recuperar el control político de la educación. Asimismo, la evaluación es otra de las partes fundamentales de la reforma, ya que México carece de un censo único del profesorado, que tampoco es sometido a evaluaciones periódicas para revisar la calidad de sus clases y su asistencia.