Actualizado 15/04/2018 16:58

Guatemala vota este domingo si deja en manos de la CIJ su histórico contencioso territorial con Belice

Jimmy Morales
GOBIERNO DE GUATEMALA - Archivo


CIUDAD DE GUATEMALA, 15 abr (Reuters) -

Los guatemaltecos votaban el domingo en un referéndum para decidir si la Corte Internacional de Justicia (CIJ), con sede en La Haya, deberá o no resolver un centenario diferendo territorial con su vecino Belice.

Aunque Guatemala reconoció la independencia de Belice a principios de la década de 1990, nunca aceptó sus fronteras por lo que continúa reclamando unos 11.030 kilómetros cuadrados, que suponen mitad del territorio de la excolonia británica, incluidos varios cayos e islotes en el Mar Caribe.

En diciembre de 2008, ambos países firmaron un acuerdo para que sus habitantes decidan en las urnas si el reclamo territorial, insular y marítimo de Guatemala se lleva a la CIJ para que sea esta instancia la que emita una decisión definitiva y vinculante.

Belice todavía no ha definido la fecha para hacer su consulta popular.

"Voy a votar que sí porque (...) es un problema que hay que resolver", ha declarado Andrés Nolasco, un estudiante de 20 años en Ciudad de Guatemala.

El conflicto entre ambos países se remonta hasta finales del siglo XVIII cuando la Corona española cedió a Gran Bretaña unos 6.600 kilómetros cuadrados de lo que ahora se conoce como Belice para la explotación de recursos. Sin embargo, el acuerdo suponía que las tierras permanecían bajo mandato español.

Con el tiempo, Guatemala asegura que los británicos incrementaron paulatinamente sus asentamientos más allá de lo acordado hasta abarcar más de 12.000 kilómetros cuadrados. Luego de la independencia de Guatemala, en 1821, se firmaron varios acuerdos territoriales pero fueron incumplidos por los ingleses.

Uno de los retos que tiene Guatemala en la consulta popular del domingo es derrotar el abstencionismo. Por ello, el presidente del país, Jimmy Morales, realizó una cruzada por el interior de la pequeña nación centroamericana para motivar a los 7,5 millones de ciudadanos inscritos para votar.