Actualizado 16/01/2017 16:02

Lester Toledo: "El revocatorio a Maduro ha perdido sentido, la nueva exigencia son elecciones generales anticipadas"

Lester Toledo
NOTIMÉRICA
   CARACAS, 16 Ene. (Notimérica) -

   Lester Toledo, diputado del Consejo Legislativo del Estado de Zulia (Venezuela) y dirigente nacional de Voluntad Popular, dice ser un perseguido político. Estudió Derecho en la Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas, momento en el que se inició en la política como asambleísta de su Facultad y Coordinador del proyecto 'Voto Joven' en 2006.

   En 2009 fundó junto con Leopoldo López el partido Voluntad Popular --que en la actualidad conforma la coalición Mesa de Unidad Popular (MUD)-- y por el cual es diputado electo del Estado de Zulia desde 2011. Además, ha sido el director de la campaña electoral de Leopoldo López de cara a las elecciones presidenciales de 2012 y es miembro de los abogados defensores de Daniel Ceballos y Leopoldo López, ambos encarcelados.

   Toledo, miembro activo de la oposición y, desde hace años, una de las cabezas más visibles, ha acudido el 9 de enero de este año al Alto Comisionado de la Organización de Naciones Unidas (ONU) para hacerles llegar las "sucesivas violaciones de Derechos Humanos" que él sostiene que se llevan a cabo por parte del Gobierno de su país.

   Lester Toledo se considera un perseguido político por el Gobierno del presidente Nicolás Maduro. Sostiene que miembros del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (SEBIN) han allanado su casa sin orden judicial y sin respetar la inmunidad que le es inherente por su cargo de parlamentario. Tras esto, estuvo 85 días en la clandestinidad hasta que consiguió salir del país.

   En la actualidad se encuentra en España tras la reunión con miembros de la ONU, esperando hacerse oír en el Congreso de este país, en el Parlamento Europeo y, posteriormente, regresar a Venezuela "donde es posible que, de seguir la situación actual, sea detenido". Lester Toledo ha concedido una entrevista a Notimérica para valorar la situación actual del referéndum revocatorio, su encuentro con la ONU y la actualidad de la política venezolana.

   Pregunta: ¿Cómo definiría el modelo de Estado de su país, Venezuela?

   Respuesta: El Gobierno lo ha admitido, no lo tengo que decir yo. Ellos han admitido que van hacia el comunismo. Como el comunismo era una palabra poco popular en Venezuela y ellos son muy buenos sabiendo que quiere oír la gente, el famoso 'populismo', la transformaron con un eslogan que es el de "socialismo del siglo XXI". Pero el modelo socialista en Venezuela no existe, ellos están avanzando hacia el comunismo.

   El comunismo es muy claro: el control total de las actividades privadas por parte del Estado, de ahí las expropiaciones, el cierre de canales privados, de radios privadas, por eso la estatalización de todas las centrales que producen harina, que producen azúcar... Porque el Gobierno necesita controlarlo todo. Ese modelo comunista ha fracaso en todo el mundo y en Venezuela ese modelo nunca lo compró la gente, sino que lo mantenían vivo ganando elección tras elección por el carisma de Hugo Chávez. Pero tras la muerte del sostén del modelo, se calló todo aquello, por eso hoy el modelo comunista del PSUV tiene un 83 por ciento de rechazo en Venezuela, Nicolás Maduro no alcanzó el liderazgo de Chávez.

   Venezuela no es tampoco una democracia, porque hay que aclarar que democracia es mucho más que elecciones. Muchas veces el mundo dice "si tu vienes aquí y eres diputado, significa que ganaste a otro diputado del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) y fuiste electo Entonces hay democracia". Pero la democracia se basa en tres pilares: respeto a los Derechos Humanos, independencia de los poderes públicos y elecciones libres y transparentes. En Venezuela no pasa ninguna de estas tres cosas.

   No hay respeto a los Derechos Humanos, tenemos una crisis humanitaria y no está garantizada la vida. Caracas es la ciudad más violenta del mundo, no está garantizado el derecho a la alimentación, la gente se está muriendo de hambre y hurgando en la basura, no está garantizado el derecho a la salud, a los niños que nacen en Venezuela les llevan a Colombia a ponerles las vacunas. Entonces, no existe el respeto a los Derecho Humanos.

   En el caso de la separación e independencia de los poderes públicos, no lo hay cuando el presidente dice en cadena nacional que quiere que al día siguiente metan preso a alguien y resulta que la policía va a buscarle a su casa. Entonces el poder Ejecutivo está dándole una orden al poder Judicial. Esta misma semana, el presiente Maduro, violando la Constitución, en vez de presentar su memoria y cuentas en la Asamblea Nacional, lo va a hacer en el Tribunal. Así que la independencia y separación de los poderes tampoco existe.

   Tampoco hay elecciones libres y transparentes. El Consejo Nacional Electoral tiene cinco rectores y cuatro de ellos son militantes del PSUV, los nombraron ellos cuando, según la Constitución, los tendría que nombrar la Asamblea Nacional. Ellos controlan las cadenas, los medios públicos, la propaganda, utilizan recursos públicos para hacer campaña... Y a pesar de eso, es tan grande la brecha de gente que los rechaza que tenemos la posibilidad de ganar las elecciones, pero no son ni justas ni transparentes. Como ninguno de los tres requisitos democráticos se cumple, no podemos decir que haya democracia.

   P: ¿Está usted acusado por el Gobierno venezolano de "financiamiento al terrorismo y asociación para delinquir", ¿a qué se deben estos cargos?

   R: Eso solamente lo puede pensar una meten enferma como la de quien gobierna allá. Algo tan grave como el terrorismo es necesario demostrarlo. Yo soy una persona pacífica y me están juzgando por mi discurso, por mi palabra, y tengo claro por qué me persiguen. En primer lugar, porque trabajo con Leopoldo López, que es hoy es líder moral de Venezuela. Soy muy cercano a él, fui su jefe de gira de campaña en el año 2012 cuando fue candidato a la Presidencia y estas acusaciones son una forma de neutralizar a uno de los operadores políticos de Leopoldo. También fui uno de sus abogados, una de las pocas personas que iba a la cárcel de Ramo Verde a hablar con él. Sacarme de juego a mí es, en parte, inhabilitar a Leopoldo.

   En segundo lugar, presenté pruebas de corrupción muy contundentes que enlodaban al Gobierno del Estado de Zulia, dirigido por Francisco Arias Cárdenas, un golpista del 4 de febrero, y a Diosdado Cabello, que es el número dos en el Gobierno. Y me persiguen porque estábamos construyendo un proyecto alternativo para gobernar Zulia. Es decir, son razones políticas.

   A mí no me extraña para nada, es una práctica común en el Gobierno que el acusador termine acusado. Yo me atreví a acusarlos y a presentar pruebas contundentes de corrupción y terminé acusado por una falacia, la cual rechazo totalmente. Es algo a lo que estamos expuestos todos los que trabajamos en la oposición, y estamos en política. Todos nosotros tenemos un número en una ruleta y en agosto me tocó a mí, salió mi número.

   P: ¿Qué opinión le merece el recién estrenado vicepresidente de Venezuela, Tareck El Aissami?

   R: Es de lo más radical que tiene el Gobierno, le conozco muy bien porque es de mi generación. Está acusado de narcotráfico, y no lo digo yo, lo dice un tribunal. Hay pruebas de que por la misma rampa presidencial dejaban salir la droga. En Aragua, donde hay un puerto que controlaba Tareck El Aissami como Gobernador manejaban estos asuntos... Es alguien muy peligroso, un tipo que es extremista, que está inmiscuido en temas de narcotráfico y le han nombrado vicepresidente.

   Además hay algo que no se sabe mucho fuera, y es que por Gazeta Oficial cambiaron la composición del Estado y el Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (SEBIN), que es la policía política que lleva todos los casos de persecución, se encontraba adscrita al Ministerio del Poder Popular para las Relaciones Interiores, Justicia y Paz, por decreto se lo quitaron al Ministerio y se lo adjudicaron directamente a la Presidencia, entonces ahora Tareck es el nuevo jefe del SEBIN.

   A este señor le colocaron ahí como una muestra de que van a aumentar la represión política y las persecuciones, ya que el Gobierno está más débil que nunca y está utilizando como táctica la huida hacia adelante, la radicalización: secuestrar, matar, encarcelar... hacer lo que sea para aferrarse al poder. Esa es la misión de Tareck El Aissami, aterrorizar a todo el que intente pensar distinto. Y cuando se estrenó en el cargo, batió récord, en las primeras 48 horas llevaba cinco presos.

   P: ¿Confía en que el referéndum revocatorio a Nicolás Maduro, ahora mismo paralizado por supuestas irregularidades, prospere y consiga un cambio en el Gobierno?

   R: Para mí el revocatorio ya ha perdido el sentido. Solo era eficaz si se realizaba antes del 10 de enero. Una vez que pasamos esa fecha dejó de tener sentido. Los políticos y la Asamblea Nacional han adoptado una nueva vía, la presión institucional a través de los diputados y la presión popular en la calle a través de un pueblo molesto, que pasa hambre, que no tiene medicinas y quiere un cambio. Con ese pueblo en la calle, la nueva exigencia son elecciones generales, que haya un adelanto de elecciones presidenciales y los venezolanos podamos decidir en las urnas la continuidad de Nicolás Maduro, o no.

   Eso es muy importante, esto no se trata del Vaticano ni del presidente Zapatero ni de UNASUR, se trata de que pongan la solución a la crisis en manos de los venezolanos, y eso solo se consigue a través de las elecciones. Un revocatorio ya no es eficaz, se trata que la gente en la calle,a través de la protesta pacífica, nos ayude a presionar al Gobierno. Nadie aguanta con un pueblo pasando hambre dos años, el presidente Maduro tiene que saber que no va a legar a diciembre de 2018 como si en mi país no pasara nada.

   P: La Asamblea Nacional ha declarado a Maduro “en abandono del cargo”, ¿tendrá esta consideración alguna consecuencia real en el Gobierno venezolano?

   R: Sí, pero solo si está acompañada de la presión del pueblo en la calle. Una declaración institucional por sí sola no consigue el cambio. Esa decisión no se decreta, el abandono del cargo se construye, y se construye en la calle.

   P: Esta semana ha acudido al Alto Comisionado de la Organización de Naciones Unidas (ONU) para alertar sobre las violaciones de Derechos Humanos en Venezuela, ¿cuáles son estas violaciones?

   R: Yo estuve por ejemplo, en el comité de detenciones arbitrarias. Lo que se pretendía cometer conmigo era una detención arbitraria. Allanaron mi apartamento sin orden de captura un domingo en plena noche e ignorando mi inmunidad parlamentaria por ser diputado. Tumbaron la puerta de mi casa y desarmaron todo el apartamento. Esta es una violación de un derecho clave.

   También han cerrado canales de televisión, como RCTV, una violación a la libertad de expresión. Los Derechos Humanos de los presos políticos como Leopoldo Lopez, Daniel Ceballos, Yon Goicoechea... los torturan, no les dan alimento, los encierran durante meses sin ver la luz del sol, les quitan sus notas, no les dejan ir a la biblioteca ni al gimnasio... No cumplen ninguna convención obligatoria sobre trato a las personas privadas de libertad.

   La represión en las calles, sobre todo con los estudiantes, es exagerada. Los policías no pueden utilizar armas de fuego ni gases tóxicos en manifestaciones de estudiantes, pero les echan gases, lo dicen incluso en televisión, el presidente Chávez decía “que les echen gas del bueno”. Luego se los llevan y les torturan. Hay un sitio en Venezuela que se llama “La Tumba” donde bajan a los estudiantes para torturarles en el SEBIN. Hay testimonios de jóvenes que han estado allí, han salido y han podido romper el silencio contando como los quemaban con cigarros, los acostaban desnudos sobre paneles de hierro, les metían electricidad...

   También hay violaciones de derechos de identidad, mucha gente no tiene ni pasaporte; del derecho a la salud, se muere la gente porque no tiene medicinas... Los venezolanos somos, como me dijo un relator del Alto Comisionado, “campeones” en violaciones de Derechos Humanos.

   P: ¿Confía en que la ONU u otro organismo internacional pueda influir en el Gobierno de Maduro?

   R: El tema internacional es como llenar un vaso gota a gota. No es que tú vas hoy allí y Maduro se vaya mañana porque la ONU dijo algo. Es ir construyendo todo un expediente, y ahí yo tengo que reconocer el trabajo que otras personas han hecho. Lilian Tintori ha sido una campeona en la defensa de los Derechos Humanos a nivel mundial y sus denuncias bien estructuradas y bien documentadas han ayudado muchísimo. De ese expediente que se está construyendo, yo soy una página más.

   Tuve derecho de palabra sobre el tema de la persecución política y presenté el caso de 112 presos políticos, previamente perseguidos, a los que se les han violado todos sus derechos. Hay algunos casos concretos que son increíbles, por ejemplo el caso de Yon Goicoechea o el del concejal José Vicente García. Ellos están detenidos y presos en la sede del Helicoide del SEBIN, un juez acaba de dictaminar hace unas semanas su liberad plena, les dieron el documento de excarcelación, los abogados fueron con el documento del tribunal a la cárcel y el policía del SEBIN dijo “no, no lo suelto”. Tienen una orden de un tribunal de puesta en libertad, pero al SEBIN no le da la gana de soltarlos. Casos como estos, de persecución política y pesos políticos, son los que denuncié ante la ONU.

   Esto termina en que la ONU le pide información sobre esto al Gobierno venezolano y viendo que no van a poder desmentirlo, la ONU emite una declaración fuerte, que es lo que estamos buscando: que la ONU se pronuncie al margen de un Gobierno dictador y violador de Derechos Humanos. Con esto le vamos quitando bases de apoyo al Gobierno, igual que lo hacemos a nivel nacional. Nuestro objetivo es que esas organizaciones y los Gobiernos del mundo entiendan que no hay democracia en Venezuela y si no hay democracia, no pueden tratar a un Gobierno dictador de igual a igual, porque no lo es.

   P: ¿Confía en que las conversaciones de Maduro con la oposición, solicitadas por la comunidad internacional, den sus frutos en 2017?

   R: No, para nada. La solución del problema de los venezolanos está en los venezolanos. La presión internacional tiene que venir para el reconocimiento de la defensa de los Derecho Humanos, para el reconocimiento de que hay un Gobierno no democrático y para el reconocimiento de un nuevo Gobierno cuando este ocurra. Pero en una conversación y una mesa no se va a arreglar eso. Esto se arregla en las urnas, que nos permitan a los venezolanos votar y decidir el destino de la nación.