Actualizado 28/09/2015 15:21

La ONU abrirá en Honduras una oficina de DDHH para vigilar operativos antidrogas

   TEGUCIGALPA, 28 Sep. (Reuters/Notimérica) -

   La Organización de las Naciones Unidas (ONU) abrirá este año una oficina de Derechos Humanos en Honduras con el fin de vigilar posibles violaciones durante operativos militares contra los cárteles de las drogas, dijo el domingo el presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández.

   Según Hernández, la militarización del país centroamericano ha ayudado a detener el derramamiento de sangre por la violencia del narcotráfico, y cuestiona las afirmaciones de que su política de "poner un soldado en cada esquina" haya dado lugar a un aumento en las violaciones de Derechos Humanos.

   No obstante, el mandatario dijo que el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, se ha comprometido a instalar la oficina de un defensor de los Derechos Humanos en Honduras antes de fin de año.

   "Es lo que me ha confirmado ayer el secretario general", declaró Hernández a Reuters, en el marco de la Asamblea General de la ONU. "Quiero ser enfático, eso fue petición nuestra", agregó.

   Su predecesor, el ex presidente Porfirio Lobo, desplegó a los militares en 2012 para combatir las bandas de narcotraficantes y las pandillas, y Hernández subió la apuesta.

   El mandatario dijo que la tasa de homicidios de su país ha caído a alrededor de 55 por cada 100.000 habitantes desde la tasa de 86 de hace dos años.

   Asimismo, confesó que no creía que las violaciones de Derechos Humanos hubieran aumentado bajo su Gobierno.

   "Lo que estoy seguro es que con la policía que teníamos antes, la policía civil, había muchos más delitos cometidos por policías, había más impunidad", agregó.

LA VIOLENCIA EN HONDURAS

   La pobreza y la violencia en Honduras se encuentran entre los principales factores detrás de un aumento de la migración ilegal procedente de América Central a Estados Unidos, que el año pasado causó más de una preocupación al presidente Barack Obama.

   Entre 2012 y 2014, los soldados hondureños fueron acusados de haber participado en al menos nueve asesinatos, más de 20 casos de tortura y cerca de 30 detenciones ilegales, según datos recopilados por Reuters.

   "Claro, que en estas actividades siempre puede haber algunas imperfecciones, alguna forma no apropiada de trabajo, pero también hemos sido muy enfáticos y claros (...) con la protección de los Derechos Humanos", añadió.

   Por su parte, el ministro de Interior, Rigoberto Chang, ha reconocido que ha habido algunos casos de abusos militares, pero que fueron incidentes aislados, y prometió que serán castigados.