Actualizado 20/05/2018 08:45

La oposición venezolana deja atrás las luchas internas para frenar la "coronación" de Maduro

Protestas contra el Gobierno de Nicolás Maduro en Venezuela
REUTERS / MARCO BELLO
  

La MUD prepara una ofensiva contra la "dictadura" para la que necesita la complicidad internacional

MADRID, 19 May. (EUROPA PRESS)  -

La Mesa de Unidad Democrática (MUD) ha hecho un último esfuerzo para cerrar las cicatrices que se han ido abriendo y desbordado en los cinco años que han pasado desde la muerte de Hugo Chávez, con el objetivo de impedir la "coronación" de Nicolás Maduro en las elecciones presidenciales de este domingo y propiciar el "cambio político" en Venezuela.

La MUD nació hace una década como un bloque 'antichavista'. Más de 20 partidos que recorren todo el espectro ideológico sumaron fuerzas para obligar a una mudanza en el Palacio de Miraflores. La primera tentativa fue en las elecciones presidenciales de 2012, en las que Henrique Capriles fue derrotado con holgura por el líder bolivariano. Su gran oportunidad llegó con su muerte, un año después. La victoria se le resistió por un puñado de votos.

La "desaparición física" de Chávez relanzó a la MUD, que desde entonces está en una campaña permanente para acabar con el 'chavismo'. Sin embargo, ha ido perdiendo fuerza a causa de las tensiones internas por el liderazgo, el equilibrio de poder entre sus partidos y la 'hoja de ruta' a seguir. La meta señalada sigue siendo el único pegamento de la oposición venezolana.

"¿Qué nos ha dividido? El diálogo", responde el diputado opositor Lester Toledo, en declaraciones a Europa Press. En este lustro, Gobierno y MUD se han sentado varias veces a la mesa de negociaciones para pactar una solución a la creciente crisis política, económica y social que sufre Venezuela, pero la última tentativa, que se desarrolló entre septiembre y febrero en República Dominicana, fue la que dinamitó el consenso opositor.

"Nos puso en una posición muy difícil", comenta Toledo, "porque el diálogo en sí mismo es algo positivo --¿quién está en contra del diálogo cuando lo contrario es la violencia?--". "Por eso, varios dirigentes de la MUD dijeron '¿por qué no? vamos a ver si se consigue'. Otros, como es mi caso, dijimos 'esto es una dictadura y no vamos a conseguir nada'. Entonces se produjo una fractura", admite.

En opinión del ex alcalde caraqueño Antonio Ledezma, "se perdió la oportunidad del diálogo porque se dejó pervertir" con la mediación de la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR), a través del llamado trío de ex presidentes --el español José Luis Rodríguez Zapatero, el dominicano Leonel Fernández y el panameño Martín Torrijos--, y, aunque después se intentó enmendar incluyendo a otros países de la región, ya no pudo ser.

"Zapatero ha servido como portavoz de una dictadura. Se ha prestado al juego de Maduro", afirma a Europa Press el también opositor Carlos Vecchio, que al igual que sus colegas de la MUD está en el exilio. Los tres coinciden en señalar al ex presidente español como culpable. "Hizo una jugada maestra", apunta Toledo, llamar al diálogo para dividir a la MUD y ganar tiempo para el Gobierno.

VERDADERA UNIDAD

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"Gracias a Dios, nos hemos recompuesto y ahora estamos juntos", destaca Toledo, si bien Ledezma considera que todavía falta que quienes se embarcaron en el diálogo con el Gobierno entonen el "mea culpa". "No se puede romper, ya no un plato, toda la vajilla y decir que no ha pasado nada", esgrime el jefe de Alianza Bravo Pueblo en una entrevista con Europa Press.

Lo cierto es que en estos momentos todos los partidos y políticos de la MUD rechazan "la farsa electoral" de este 20 de mayo porque la convocó la "ilegal" Asamblea Constituyente y no hay un árbitro "imparcial", explica Toledo. El Consejo Nacional Electoral (CNE) "se ha convertido en el Ministerio Electoral de Maduro. Es la casa del truco", apostilla Ledezma.

Además, enfatizan los tres, las principales fuerzas y caras de la oposición han quedado fuera. "Por hacer un resumen más español, imaginemos que Mariano Rajoy convocara mañana elecciones y dijera que ni el PSOE ni Podemos ni Ciudadanos pueden participar y dijera 'voy a meter preso a Pedro Sánchez, voy a mandar al exilio a Pablo Iglesias y Albert Rivera queda inhabilitado'. ¿Los españoles verían eso como una elección libre y transparente?", plantea Vecchio.

La respuesta de la MUD ha sido clara. No ha presentado candidato a los comicios de este 20 de mayo y ha hecho un llamamiento a los venezolanos para que no participen. "La mayor protesta que puede haber es el silencio en las urnas (...) Si los centros de votación están vacíos, cómo la corrupta Tibisay Lucena, presidenta del CNE, va a salir el domingo por la noche a decir que Maduro ganó por siete y ocho millones de votos", argumenta Toledo.

"EL TAPADO" DE MADURO
El único fleco suelto de la MUD es Henri Falcón, un antiguo militar que medró durante la era de Chávez, rompió con el oficialismo por una serie de nacionalizaciones que afectaron a su estado, Lara, y se unió a las filas opositoras --llegó a ser jefe de campaña de Capriles--. Ahora, ha roto con la MUD para competir como candidato presidencial de una coalición electoral que encabeza Alianza Progresista, un partido formado por disidentes 'chavistas'.

Toledo ve en Falcón a otro Francisco Arias Cárdenas. "Un tipo que fue militar con Chávez, que se peleó con él (...) y se convirtió en opositor. Fue candidato presidencial nuestro, pero Chávez le ganó y este señor se quitó la careta: se salió de la oposición y se metió en el partido del Gobierno. Hoy es un funcionario del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV)", recuerda.

"Ese tapado es ahora Falcón", sostiene. Vecchio recalca que Maduro ha ilegalizado a todos los partidos menos al suyo y ha encarcelado o inhabilitado a todos los candidatos menos a él. "Está eligiendo con quién con competir" y ese es Falcón, asevera. "Le hemos pedido que se retire porque le está haciendo el juego a Maduro para que diga que hay unas elecciones y buscar legitimación", apunta.

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Por su parte, el ex alcalde y ex gobernador se define como "la única opción para una transición pacífica" en Venezuela. Si gana este domingo, ha prometido un nuevo diálogo --al que la MUD ya se ha negado-- para crear un "gobierno de salvación nacional". "Quienes promueven la abstención y no presentan soluciones ni salidas a la crisis son unos irresponsables y serán condenados por la Historia", ha reprochado a sus otrora compañeros.

PRESIÓN, PRESIÓN Y PRESIÓN
La MUD ha esbozado un nuevo plan que pondrá en marcha a partir del 20 de mayo. Lo primero será no reconocer los resultados electorales que anuncie el CNE, sean cuales sean, y pedir a la comunidad internacional que haga lo mismo. La Unión Europea, Estados Unidos, Canadá o el Grupo de Lima --que integran varios países latinoamericanos como alternativa a la parálisis de la Organización de Estados Americanos (OEA)-- han avanzado que no los reconocerán.

Toledo reclama a los aliados americanos y europeos de la MUD que pasen al segundo nivel con "acciones diplomáticas concretas", esto es, "enfriar" las relaciones diplomáticas con la Venezuela de Maduro y aumentar las sanciones contra la cúpula venezolana: "Hay que seguir bloqueando bienes y pasaportes".

"Lo tercero es la presión interna", indica, "porque no puede ser que la comunidad internacional haga más que nosotros". "El pueblo venezolano se tiene que movilizar contra la dictadura, contra el hambre, contra la falta de medicinas, contra la inseguridad", y a las Fuerzas Armadas, pilar del 'chavismo', les toca "no reprimir" cuando "cada esquina de Venezuela sea una protesta pacífica".

Vecchio se ha mostrado convencido de que esta sinergia funcionará porque "así cayó la anterior dictadura". "Si Maduro cree que con este fraude va a permanecer (en el poder), todo lo contrario. Esto va a profundizar la crisis económica y social y va a generar un contexto de conflictividad política que va a abrir las puertas del cambio político", confía. Toledo remacha: "Vamos a hacer que esta dictadura sea ingobernable".