Actualizado 28/08/2015 23:34

Polémica en Brasil por un muñeco gigante de Lula vestido de presidiario

   SÃO PAULO, 28 Ago. (Notimérica) -

   El gran muñeco hinchable que representa al ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva vestido de presidiario, uno de los principales reclamos de las manifestaciones contra el Gobierno, ha sido rasgado este jueves en São Paulo, acrecentando más si cabe la polémica entre partidarios y detractores de la idea.

   El muñeco fue bautizado como 'Pixuleco' en honor al término que usaba el tesorero del Partido de los Trabajadores (PT), João Vaccari Neto, para referirse a los sobornos en el caso Petrobras, y apareció por primera vez en la última manifestación contra la presidenta Dilma Rousseff que se celebró en Brasilia.

   Entonces causó furor entre los contrarios al Gobierno, así que sus creadores lo han sacado este jueves por las calles de São Paulo, aunque el recorrido se ha visto accidentado cuando su presencia ha provocado un enfrentamiento con un grupo de simpatizantes del Gobierno.

   Según relata el diario 'Folha de São Paulo' el tumulto ha empezado cuando un hombre se ha mostrado incómodo por la presencia del muñeco: "No estoy obligado a ver esto. Si fuese un muñeco de cinco centímetros de Alckmin [gobernador del Estado de São Paulo y perteneciente al principal partido de la oposición] alguien hubiera dado un tiro en dos segundos", ha dicho.

   A partir de ahí ha comenzado un intercambio de insultos y gritos a favor y en contra del Gobierno, hasta que en medio de la confusión un joven presuntamente ha rasgado el muñeco hinchable y ha sido detenido de inmediato por la Guardia Civil.

   Los impulsores del muñeco de plástico, miembros del Movimiento Brasil Livre, que defiende el 'impeachment' de Rousseff, han avisado que el incidente no les parará y que su intención es sacar a 'Pixuleco' por varias ciudades del país en las próximas semanas.

   La presencia del muñeco hinchable ha sido incluso comentada por el presidente del Partido de los Trabajadores (PT), Rui Falcão, que ha criticado que forme parte de una estrategia para "deconstruir la imagen de Lula" porque saben que el expresidente representa la fuerza y el liderazgo del partido.