Actualizado 16/08/2017 11:15

¿Cómo son las relaciones actuales entre Ecuador y Venezuela?

Lenin moreno
REUTERS

   QUITO, 16 Ago. (Notimérica) -

   El expresidente ecuatoriano Rafael Correa es un referente de la izquierda iberoamericana que ha mostrado su apoyo al resto de Gobiernos del mismo corte ideológico en la región en numerosas ocasiones, entre ellos el venezolano.

   A sabiendas de que el Gobierno de Correa no mantuvo las mismas relaciones con el Gobierno de Nicolás Maduro que con el de Hugo Chávez, a su salida de la Presidencia el ecuatoriano no había condenado la actividad política de su homólogo venezolano, aunque sí había recomendado a Maduro llevar a cabo elecciones presidenciales.

   Sin embargo, la llegada al poder de Lenín Moreno, sucesor del partido de Correa, ha cambiado el escenario de las relaciones entre Ecuador y Venezuela. Tal y como publica el diario digital 'El Colombiano', Moreno habría indicado que "es conocida y preocupante la situación por la que atraviesa nuestra querida hermana República Bolivariana de Venezuela (...). No deja de preocuparnos también la cantidad de presos políticos".

   Estas han sido las primeras declaraciones que el gobernante ecuatoriano --elegido el 24 de mayo-- ha realizado en referencia a la supuesta existencia de 'presos políticos' en el país sudamericano, dejando intuir la visión que éste tiene sobre el Gobierno chavista.

   Y es que, en los últimos días, la relación entre Moreno y su predecesor se ha visto enfriada, dejando muestras claras de que el actual presidente de Ecuador no tiene intención de seguir el plan políco y las bases correístas.

   Con el respaldo de las bases del movimiento de Revolución Ciudadana, el mandatario ha responsabilizado al Gobierno de Correa de la "crisis" económica que actualmente vive el país y de llevar a cabo un presunto "sobreendeudamiento", el cual ha sido heredado por la nueva Administración.

   Por otro lado, hace unas semanas Lenín Moreno dejaban de lado su fórmula vicepresidencial, a Jorge Glas, político que aseguraría que las bases del correísmo se mantuvieran en el actual Gobierno.