Actualizado 17/01/2017 13:29

Temer asegura que la principal preocupación de Brasil es el desempleo y no la corrupción

El presidente de Brasil, Michel Temer
PRESIDENCIA DE BRASIL

   BRASILIA, 17 Ene. (Notimérica) -

   Han pasado ocho meses desde que Michel Temer asumiera su cargo como presidente de Brasil tras la destitución de Dilma Rousseff en un juicio político. Desde su llegada al poder, el mandatario ha tomado varias medidas económicas --muchas de ellas impopulares-- para frenar una recesión de dos años.

   En este contexto, Temer, en entrevista con 'Reuters', aseguró que la prioridad de Brasil para este 2017 será la creación de empleo, en un año en el que la mayor economía de Iberoamérica dejará atrás la peor recesión de su historia reciente.

"Tendremos que centrarnos cuidadosamente en el desempleo. Esa es nuestra principal preocupación, y eso requiere crecimiento económico", explicó Temer en su oficina del Palacio de Planalto, donde descartó la corrupción como el asunto que más quita el sueño a los brasileños.

   En estos momentos, Brasil cuenta con 12 millones de desempleados, una cifra que, tal y como reconoció el presidente, llevará tiempo reducir.

   Sobre el crecimiento económico, el mandatario afirmó que "Brasil comenzará a crecer de nuevo en el segundo semestre del año", y aseguró que "las perspectivas son que el PIB para todo el año no será negativo".

   No obstante, este lunes el Fondo Monetario Internacional (FMI), en la actualización de sus perspectivas para la economía mundial, rebajó el cálculo de Brasil para 2017 en 0,3 puntos porcentuales a un ritmo de 0,2 por ciento, aunque mantuvo la estimación de 1,5 por ciento para el próximo año.

   "En América Latina, la revisión a la baja del crecimiento refleja en gran medida una menor expectativa de recuperación a corto plazo en Argentina y Brasil tras cifras de crecimiento que defraudaron las expectativas en torno al segundo semestre de 2016", comunicó el organismo.

   Según este, entre los factores que influirían a ese cambio se encuentran el previsto ajuste de la política monetaria en Estados Unidos, el aumento del proteccionismo comercial de Washington y la disminución del optimismo a nivel global.

   Al respecto, a pocos días de que el presidente electo, Donald Trump, asuma el poder en Estados Unidos, Temer aseguró que no hay señales de que una postura más proteccionista en el país norteamericano impacte negativamente a Brasil.

BAJA POPULARIDAD

   En la actualidad, el mandatario brasileño se enfrenta a unos bajos niveles de popularidad. No obstante, el líder del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB) --una formación de centro derecha-- goza de una cómoda mayoría en el Congreso, motivo por el cual ha logrado sacar hacia adelante diversos proyectos, como la revisión del sistema de pensiones.

   De media, los brasileños se jubilan a los 54 años, por lo que Temer quiere aumentar la edad mínima a los 65.

   "Este es un Gobierno de reformas, preparando al país para el siguiente gobierno", dijo el líder de 76 años, quien sostuvo que no buscará la reelección en 2018.

   A pesar de que no pretende presentarse a las próximas elecciones, acusaciones de que Temer recibió donaciones de campaña en 2014 a partir de dinero ilícito ligado al escándalo de Petrobras, han planteado dudas sobre si el Ejecutivo sobrevivirá hasta dichos comicios.

   Sin embargo, el jefe de Estado aseguró que hay "cero posibilidades" de ser destituido en el marco de la conocida como 'Operación Lava Jato', que involucra, entre otros, al expresidente de Brasil Luiz Inácio Lula da Silva.