Actualizado 29/03/2017 17:32

El 13 de octubre, el día que dos iberoamericanos recibieron el Nobel de la Paz

   MADRID, 13 Oct. (Notimérica) -

   El 13 de octubre es, sin lugar a dudas, una fecha clave en la historia de los premios Nobel de la Paz iberoamericanos, después de que en ese mismo día, pero en 1982, recibiera el premio Nobel en esta categoría el diplomático mexicano Alfonso García Robles y tan solo cinco años después, en 1987, hiciera lo propio el político costarricense Óscar Arias.

¿Sus logros? "Trabajar en favor de la fraternidad entre las naciones, la abolición o reducción de los ejércitos existentes y la celebración y promoción de procesos de paz", tal y como señala la organización en su web.

   De este modo, la Fundación Nobel elige cada año a aquellas personas cuyos esfuerzos han servido para conseguir la paz. En esta ocasión, ha sido el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, el homenajeado con ese honor, que va acompañado también por una cuantiosa suma económica, un diploma y una medalla de oro.

   Desde el francés Frédéric Passy y el suizo Jean Henri Dunant, en 1901, muchas han sido las personalidades de la vida política y social que se han hecho con este premio, aunque también organizaciones como el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), que lo ha logrado en varias ocasiones, o la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

   No fue hasta el año 1936 cuando el primer iberoamericano, Carlos Saavedra Lamas, de origen argentino, se alzara con el Nobel de la Paz por su labor como mediador en el conflicto entre Paraguay y Bolivia.

   Después, en los años 80, lo lograron otros iberoamericanos, Alfonso García Robles, de México, "por su magnífico trabajo en las negociaciones de desarme de las Naciones Unidas, donde ambos han asumido roles cruciales y ganado reconocimiento internacional" y Óscar Arias Sánchez, de Costa Rica, "por su trabajo por la paz en Centroamérica, esfuerzos que condujeron al acuerdo firmado en Guatemala el 7 de agosto de ese año".

   Más tarde, lo lograrían Rigoberta Menchú, de Guatemala, en 1992, y Juan Manuel Santos que, como ya se ha comentado lo ha conseguido este año. No obstante, este jueves 13 de octubre resulta oportuno recordar la tarea de Arias Sánchez y García Robles, que por caprichos de la historia consiguieron sus premios en la misma fecha con varios años de diferencia.

GARCÍA, REFERENTE EN LA NO PROLIFERACIÓN NUCLEAR

   Nacido en Michoacán (México) el 20 de marzo de 1911, el diplomático mexicano José Alfonso Eufemio Nicolás de Jesús García Robles, más conocido como Alfonso Robles, logró el premio Nobel de la Paz en 1982, junto a la sueca Alva Reimer Myrdal.

   Su labor más destacada fue la firma del Tratado de Tlatelolco (1967), o Tratado para la Proscripción de Armas Nucleares en América Latina y el Caribe, un acuerdo internacional que establece la desnuclearización del territorio de América Latina y el Caribe de los países signatarios.

   El acuerdo impulsado por García Robles fue una respuesta al terror generado por la Crisis de los Misiles en Cuba y la firma se llevó a cabo en Ciudad de México. El resultado final fue una reducción en el número de armas nucleares en la región, motivo por el que se le concedió el galardón.

   Además, el presidente de la República de aquel entonces le designó como Embajador Emérito, en 1981, y en septiembre de 1982, se le otorgó la Condecoración del Servicio Exterior Mexicano. Finalmente, moriría 10 años después de estos honores, en 1991, en Ciudad de México.

CONFLICTOS ARMADOS DE LOS AÑOS 80

   Óscar Arias es un abogado, economista, politólogo y empresario costarricense que fue presidente del país centroamericano en dos ocasiones, en 1986-1990 y 2006-2010. El Nobel lo recibió en 1987 por colaborar en los procesos de paz en los conflictos armados de América Central de los años ochenta.

   En particular, el costarricense logró el galardón por su oposición al apoyo estadounidense en el conflicto nicaragüense de los contras --sinónimo de contrarrevoolucionarios, también autodenominados Resistencia Nicaragüense--.

   Cabe destacar que Arias destinó la suma del premio para establecer la Fundación Arias para la Paz y el Progreso Humano, que se utilizó en tres proyectos: la creación del Centro para el Progreso Humano, el Centro para la Participación Organizada y el El Centro para la Paz y la Reconciliación.

   Desde esta organización Arias ha buscado alcanzar la paz global y la seguridad humana. Recientemente, lanzó una iniciativa que busca el establecimiento de un Código Internacional de Conducta para la Transferencia de Armas.