Actualizado 29/09/2014 12:59

El acoso a mujeres en el transporte público, un problema en Latinoamérica

Metro
Foto: REUTERS

MADRID, 29 Sep. (Notimérica/EP) -

   La seguridad personal dentro y alrededor del sistema de transporte público es un problema serio que representa la experiencia de muchas mujeres de Latinoamérica, donde el acoso sexual ha adquirido proporciones desmesuradas, en algunos lugares afectando a más de la mitad de usuarias de autobús o metro.

   Un reciente estudio del Instituto de las Mujeres del Distrito Federal de México desveló que el 65 por ciento de las mujeres que usan normalmente el sistema de transporte público ha sido víctima de algún tipo de violencia de género en medios de transporte, paradas o terminales.

   Esta realidad, por desgracia, presenta el mismo esquema en otros países de la región. Otra encuesta realizada por la organización no gubernamental 'Action Aid' en varios estados de Brasil manifestó que el 44 por ciento de las mujeres ha sufrido algún tipo de violencia sexual en el transporte público.

   Por su parte, las autoridades policiales de Bogotá, Colombia, detuvieron a 129 personas en los sistemas de transporte durante el periodo enero-septiembre de este año por conductas de este tipo.

   Sin embargo, se sabe que sólo un porcentaje de estos hechos se denuncia, por lo que se estima que la proporción real puede ser mucho mayor.

SOLUCIONES CONTRA EL ACOSO

   Para analizar y entender el problema, el Banco Mundial y otras instituciones locales realizaron encuestas y entrevistas a una serie de usuarios y conductores (hombres y mujeres) en Ciudad de México.

    Los datos revelaron que sólo una quinta parte de los sucesos son comunicados a las autoridades y que el espacio donde las mujeres son más vulnerables de sufrir un acoso sexual es el microbus. Asimismo, la información recolectada permitió descubrir patrones comunes como el hecho de que "quejarse es una pérdida de tiempo" porque existe un sentimiento generalizado de que denunciar los hechos no conduce a nada.

   También se comprobó que la medida de segregar a los usuarios de los transportes para que las mujeres tengan áreas propias -medidas que otras ciudades de América Latina han adoptado- no es ninguna solución porque no combate el problema de raíz, por lo que hay que trabajar en programas de largo plazo.

   Otros países, víctimas de la misma lacra, también están realizando acciones para combatir el problema. La Cámara de diputados de Brasil está estudiando un proyecto de ley para penalizar el acoso sexual en los transportes públicos.

   Por su lado, mujeres policías camufladas de Bogotá y de Buenos Aires patrullan los autobuses para poder determinar cualquier caso de acoso e intentar capturar a los responsables.

UN PASO MÁS ALLÁ: CAMPAÑAS Y FÓRMULAS EFECTIVAS

   A pesar de las diversas medidas adoptadas y de las soluciones preventivas, los esfuerzos parecen no ser suficientes para paliar este problema, de modo que el Banco Mundial está desarrollando un programa piloto para encontrar nuevas fórmulas eficaces que combatan el acoso sexual en las paradas y servicios del transporte público de Lationamérica.

   Los expertos aconsejan adoptar diferentes medidas para afrontar el problema, como la realización de campañas de concienciación en las que se anime a los usuarios a ser más solidarios y unirse contra los agresores.

   También se trabaja en la creación de nuevos servicios -como líneas de autobuses nocturnos que vayan hasta la casa de los usuaios- para ofrecer una mayor seguridad, así como el desarrollo de aplicaciones móviles que permitan denunciar un acoso o solicitar ayuda al momento.

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