Actualizado 10/07/2017 08:13

¿Cómo afecta el cambio climático a la economía iberoamericana?

Cambio climático
NOTIMÉRICA

   MADRID, 10 Jul. (Notimérica) -

   Gran parte de la economía iberoamericana se basa en la agricultura. En Guatemala, Honduras y Nicaragua más de dos tercios de la población dependen de este medio de producción. Sin embargo, los tres se encuentran entre los diez países con mayor riesgo climático del mundo.

   Los productos agrícolas son sensibles a los cambios climáticos. Las altas temperaturas acortan el ciclo de producción dando paso a plagas y enfermedades que afectan los cultivos. Se prevé que en 2050, Costa Rica, El Salvador y Nicaragua perderán un 40% de producción por esta causa, según indica el estudio'Climate change, ecosystems and smallholder agriculture in Central America' publicado en la revista Climatic Change.

   El estudio se basa en una compilación de diez artículos científicos, de los cuales ocho fueron realizados por investigadores del Centro Agronómico Tropical de Investigación y Enseñanza (CATIE) y de Conservación Internacional (CI).

   Además se contó con el apoyo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y la colaboración de investigadores de la Universidad de Costa Rica, la Universidad del Valle de Guatemala, el Centro Internacional de Agricultura Tropical (CIAT) y otras instituciones de la región.

   De acuerdo al informe, el cambio climático es una preocupación particular para la conservación de los bosques en la región. Los ecosistemas incluyen bosques húmedos tropicales, bosques tropicales secos, montañosos de pino y roble, bosques de coníferas de alta elevación y dunas costeras.

   

CONSECUENCIAS DEL CAMBIO CLIMÁTICO

   En Brasil, el cambio climático podría convertir los bosques de vegetación densa y cerrada --selva amazónica--, en formaciones vegetales más abiertas, al estilo de campiñas y sabanas. Este problema acarrearía severas consecuencias en la hidrología y disponibilidad de los recursos hídricos en la región.

    Las áreas prioritarias para conservación de la biodiversidad probablemente cambiarán en función del cambio climático, requiriéndose una cuidadosa planificación y rediseño del sistema nacional de áreas de conservación, según indica el estudio.

   Otra consecuencia a largo plazo será el cuidado y protección especial que se le otorgará a las poblaciones de abejas y otros polinizadores.

   

RESPUESTA MUNDIAL

   El informe indica que aunque los datos resultan preocupantes, proporcionan información útil sobre las consecuencias del cambio climático en diferentes tipos de ambiente, permitiendo de esta manera el desarrollo de estrategias de conservación.

    Como medida, el BID ha determinado que desde 2018 evaluará el impacto al medio ambiente de todos los proyectos que podrían ser apoyados por este organismo internacional y de esta manera ayudarán a la mitigación del cambio climático.

   Las asociaciones privadas y públicas también son canales efectivos de financiación en Iberoamérica para potenciar el uso de información climática, que beneficie al agricultor pero también al ciudadano común.

   Así, el Instituto para la Investigación del Cambio Climático en Guatemala apoya a los productores de caña de azúcar y bananeras a través de pronósticos y alertas ante eventos climáticos externos.

HOLANDA COMO MODELO

    Las ciudades holandesas son un punto de referencia para Iberoamérica. En ellas, uno de los elementos más afectados por el calentamiento global.

Rotterdam, situada al oeste del país, cuenta con varias estructuras que en días normales brindan un servicio a la comunidad pero, en situaciones críticas, pueden acumular miles de litros de agua.

   Otra de las novedosas iniciativas en esta ciudad fue transformar los techos de los edificios en espacios verdes, de manera que funcionen como esponjas para absorber agua y, a la vez, aumentan el espacio verde y natural de la ciudad.