Actualizado 22/06/2017 15:26

Amnistía Internacional en Extremadura (España) mantiene que el proceso de paz colombiano no es el "fin de la violencia"

AMNISTÍA EXTREMADURA
EUROPA PRESS

   MÉRIDA (España), 22 Jun. (EUROPA PRESS) -

   El secretario de Amnistía Internacional en Extremadura (España), Antonio Gordillo, ha instado este jueves a tener "cuidado" con el principio del proceso de paz y el alto al fuego en Colombia, ya que "no son el fin de la violencia" en ese país.

   Así se ha pronunciado Gordillo, en declaraciones a los medios de comunicación tras asistir, este jueves en el pleno de la Asamblea de Extremadura, a lectura de una Declaración Institucional en la que la Cámara regional pedía al Gobierno central que trabaje con el colombiano para "garantizar la seguridad" de los colectivos en riesgo.

   En este sentido, el responsable de Amnistía Internacional en la región ha relatado los "paramilitares del gobierno colombiano siguen actuando", mientras que las FARC siguen teniendo "control" sobre zonas de población "importantes" y continúa "habiendo muchísimo negocio" con la producción, venta y tráfico de drogas y armas.

INICIATIVA EN OTRAS COMUNIDADES

   Además, Antonio Gordillo ha explicado que esta declaración aprobada este jueves en la Asamblea de Extremadura también se trasladará en los próximos días a otras comunidades autónomas, así al Congreso de los Diputados con la finalidad de visibilizar un "problema de la realidad colombiana".

   Al respecto, también ha explicado que desde Amnistía Internacional están preocupados por la situación de "inseguridad" ciudadana y de violencia "común" que "está en la sociedad" colombiana y que "hace que los gobiernos no tengan control realmente" sobre ella.

   En este sentido, ha continuado, hay "muchos" defensores de los derechos humanos que "están siendo maltratados, asesinados y torturados" pues en el año 2016 fueron alrededor de 80 personas" asesinadas, mientras que en 2017 "solo en enero se tiene constancia de 10 asesinatos con todo lo que conlleva detrás de amenazas y coacciones".

   Por ello, Antonio Gordillo ha subrayado que "hay que saber" dónde el gobierno español "está dando dinero y con quién se está colaborando", ya que Colombia es un país "prioritario para la cooperación española", ha finalizado.

TESTIMONIO

   En la lectura de esta declaración institucional también ha estado presenta la que fuera presidenta durante cuatro años de la Junta de Acción Comunal del Barrio Oasis, en el municipio de La Tebaida, Departamento del Quindío en Colombia hasta julio de 2016, Martha Lucía Rojas Giraldo.

   En declaraciones a los medios, Martha Lucía Rojas Giraldo ha explicado que durante su periodo como presidenta de dicha Junta de Acción Comunal emprendió diferentes acciones por la mejora de la situación de su barrio como la recuperación de un polideportivo, así como mejoras en las viviendas, la gestión del alumbrado público y pavimentación de calles.

   En ese sentido, se ha mostrado "orgullosa" de todos los logros conseguidos, como la organización de una escuela de fútbol y de un comedor comunitario "para los niños de la calle" que consumían droga para "sacarlos de la drogadicción y darles un plato de comida".

AMENAZAS Y AGRESIONES "CONSTANTES"

   Según ha relatado, cuando llevaba un año de mandato comenzaron los "problemas" porque los niños "ya no querían vender droga, sino comer y jugar" por lo que las mafias querían que renunciara a su cargo por lo que su familia recibía amenazas "constantes" y agresiones.

   En una ocasión, según ha relatado, le mandaron a un niño armado de 15 años "que había criado" ella misma para que la asesinara al que le habían dado 200.000 pesos colombianos, una motocicleta y un revólver, y que le advirtió que se fuera del barrio ya que si él no lo hacía, "otro" lo iba a hacer.

   Por ello, fue desplazada a la ciudad colombiana de Armenia donde continuaba con su labor y donde las mafias la encontraron y fue víctima de diversos ataques, torturas y agresiones físicas, así como de una violación.

   Sin embargo, el caso de Martha Lucía Rojas, ha explicado, llegó al Ministerio del Interior de Colombia que la protegió con dos escoltas y un coche de vigilancia y posteriormente la Fiscalía General de la Nación de Colombia la acogió como "testigo protegido, pero eso solamente quedó en el documento".

   Finalmente, la situación de la colombiana llegó a Amnistía Internacional por medio de la entidad Somos Defensores a la que ha agradecido que la trajeran a España así como el tratamiento psicológico que le han proporcionado y su recuperación ya que "ahora" se encuentra "bien".

   Además, Martha Lucía Rojas, que volverá a Colombia en seis meses, ha agradecido a la entidad porque puede contar su testimonio ya que "estas noticias no las enseñan" los medios de comunicación y "ayudar a los otros compañeros líderes comunales", así como "a las personas que lo necesiten".