BUENOS AIRES, 16 Ene. (Notimérica) -
Argentina se encuentra en alerta por la amenazada de una especie arácnida. En la primera quincena de 2017, hasta dos personas han muerto a causa de la picadura de alacrán, los cuales se han multiplicado en la ciudad de Córdoba.
Precisamente allí es donde han fallecido Isabella Orellano, una niña de cuatro años que perdió la vida el día 3 en el Hospital de Pasteur, de Villa María; e Isabella Sánchez Quevedo, de siete años, quien sufrió un shock cardiogénico, insuficiencia cardiaca y edema agudo de pulmón tras ser picada por el arácnido.
El caso más reciente se trata de Tobías, un niño de cinco años que fue picado el día 7 mientras dormía en su casa de Palermo, Buenos Aires, quedando en tal estado que hasta los médicos pensaban que poco podían hacer por salvar su vida tan solo dos días después.
"El lunes pasado nos dijeron que no había nada que hacer en el último parte del mediodía, me habían dio que habían hecho todo lo que podían. Tobías estaba en estado crítico. Pero el martes después del mediodía tuvo una mejora", ha contado el padre a la agencia 'Télam'.
De acuerdo al progenitor, Tobías sufrió hasta cuatro paros cardíacos en un día a causa de la picadura porque "el veneno le afectó el corazón". Tras volver de Posadas, en donde los médicos aseguraron que había un antídoto, el padre ya se encontró al pequeño en estado crítico.
"Cuando volví ya empezó a tener convulsiones. En las primeras 24 horas tuvo cuatro paros cardíacos, fue cuando estuvo en estado más crítico. Le dieron la dosis máxima posible del antídoto. Pero la toxina alcanzó a tomar la parte izquierda de su corazón, que dejó de bombear", ha explicado, en declaraciones recogidas por 'Clarín'.
Aunque Tobías ya ha salido del cuadro crítico, sigue internado en terapia intensiva en un sanatorio de Almagro, en Buenos Aires.