Publicado 15/06/2016 22:39

Autoridades mexicanas y estadounidenses, en alerta ante el creciente flujo migratorio

Inmigrantes cubanos llegan a México
INM

   CIUDAD DE MÉXICO, 15 Jun. (Notimérica) -

   El flujo de inmigrantes ilegales hacia Estados Unidos es imparable. Recientemente, la Policía mexicana descubrió a 102 inmigrantes centroamericanos que se dirigían a norteamérica escondidos en autobuses de lujo.

   Por ello, las autoridades migratorias de México y Estados Unidos están alerta ante un fenómeno que no para de aumentar. El Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS) de México sostuvo que el país azteca registra una presencia cada vez mayor de residentes extranjeros, con un aumento del 57 por ciento.

   Además, el riesgo de vivir una nueva crisis humanitaria con los menores de edad como la registrada el 2014 parece latente: entre octubre de 2015 y abril de 2016, el servicio de Aduanas y Protección Fronteriza detectó a 223.000 niños centroamericanos sin acompañante que pretendían cruzar la frontera.

   Estados Unidos sigue siendo el destino escogido por la mayoría de centroamericanos que abandonan su hogar buscando una mejor vida en otro país. Para el 2015, la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) señaló que por "el corredor que atraviesa México hacia Estados Unidos" pasan 12,2 millones de inmigrantes al año, que equivale al seis por ciento mundial.

   "De Centroamérica hacia la frontera sur de Estados Unidos es el corredor más voluminoso y también más peligroso", señaló Ezequiel Texido, de la oficina regional de Enlace y Políticas de la OIM, al diario salvadoreño 'La Página'.

   Muchos de los inmigrantes procedentes de países como El Salvador, Honduras y Guatemala, utilizan los estados sureños de México como vía de tránsito en su largo recorrido. De este modo, las autoridades mexicanas calculan que unos 150.000 del total de migrantes que pasan por su territorio proceden de estos tres países.

UN CAMINO PELIGROSO

   Toda una odisea que enfrenta graves peligros, sobre todo en zonas controladas por narcotraficantes que someten a los inmigrantes a maltratos, extorsiones, amenazas, secuestros y abusos físicos o sexuales.

   Según el reporte 2015 de la OIM sobre muertes de inmigrantes, al menos 40.000 personas han fallecido tratando de encontrar un nuevo hogar desde el año 2000; 6.000 de ellos en la frontera México-Estados Unidos.

   "Durante su viaje por México, Guatemaltecos, Salvadoreños, Hondureños y otros que viajan por caminos irregulares enfrentan muchos peligros en su viaje al norte, muchos viajan sobre trenes de carga y navegan entre el crimen organizado," dice el reporte.

   "Una vez que llegan a la frontera México-Estados Unidos, se enfrentan a una barrera donde el único camino es a través de desiertos inhóspitos y geografías montañosas", concluye.