Actualizado 18/02/2017 08:54

Ayahuasca, la "droga dura" de Sudamérica que "purga el cuerpo y purifica la mente"

Ayahuasca
REUTERS
   

   MADRID, 18 Feb. (Notimérica) -

   "Un encuentro-conversación con uno mismo y con tus miedos". Así es como definen algunas personas que admiten haber probado el yagé o ayahuasca, la "droga dura" de Sudamérica que moviliza a millones de turistas y que en lengua quechua llaman "soga de muerto".

   Se trata de una poderosa sustancia alucinógena que se extrae de dos hierbas amazónicas: la Banisteriopsis Caapi y la Chacruna o psychotria viridis, un potente psicotrópico que contiene dimetiltriptamina (DMT). Sus efectos, suaves, estimulantes y hasta extremadamente visionarios, suelen durar entre cuatro y ocho horas una vez realizada la ingestión.

   Pese a que su ingesta se lleva a cabo en rituales chamánicos guiados por 'taitas', su esencia mística se ha convertido en una "moda" que atrae a cientos de turistas a países como Perú, Colombia y Venezuela, y que se reproduce de manera prolífica por celebridades en Estados Unidos.

   Según la revista colombiana 'Semana', la popularidad de la bebida ha llegado hasta algunas estrellas de Hollywood "desde Sting hasta Lindsay Lohan, pasando por los cantantes Paul Simon y Tori Amos".

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   A día de hoy se desconoce desde cuándo se ingiere esta droga, aunque el primer registro en zonas occidentales data de 1851, cuando el famoso etnobotanista inglés Richard Spruce la probó.

   Sin embargo, teniendo en cuenta las evidencias arqueológicas del uso comparativo de plantas nativas, parece muy probable que su uso date de por lo menos dos milenios atrás.

   Muchas personas han encontrado en esta droga la cura para problemas como la depresión. Y es que la ayahuasca induce a quien la consume en un estado mental psicodélico y visionario.

   En el caso de los chamanes o curanderos, estos la toman para comunicarse con la naturaleza y observar la causa de las enfermedades en sus pacientes a nivel espiritual.

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   En Brasil podemos encontrar varias religiones que se establecen en torno a encuentros donde la ayahuasca es ingerida por todos los allí presentes. Para ellos, beberla y cantar juntos les conduce a una especie de trance inspirador curativo.

   Uno de los efectos secundarios son los vómitos y la diarrea. De hecho, hay una tribu que llama a esta droga 'Kamarampi', que deriva de 'kamarank' --vomitar--.

   La ayahuasca también es conocida por algunas tribus como 'la purga', ya que castiga al cuerpo a través de estos efectos físicos y purifica la mente mediante visiones o experiencias psicológicas significativas.

"BOTÓN DE RESET"

   "Es como apretar un botón de reset en el cerebro y en el cuerpo. Cada vez que salía de una toma de ayahuasca me sentía limpia de todo mal", expresa 'Vanessa' al portal 'RT'.

   Según estas declaraciones, el ritual suele tener siempre la misma estructura: la gente llega, el taita hace la bendición de yagé con oraciones, se forman filas y las personas van tomándola poco a poco.

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   Tras la ingesta, la gente busca su espacio para sentarse en silencio y relajarse, esperando que la ayahuasca haga efecto. "Es una experiencia única que alimenta mucho el alma. Todas mis experiencias fueron positivas y maravillosas", detalla Vanessa.

   Sin embargo, los controvertidos efectos psicotrópicos de esta droga tienen un limbo legal, y es que en muchos países de Sudamérica no se regula su uso. De esto resulta la gran oferta de ritos, su ingesta soterrada --y muchas veces no supervisada-- y las estafas de supuestos "chamanes" en naciones donde no está reglamentada.

   Dicha oferta de rituales es abundante en Caracas, donde muchos se realizan como "terapias de sanación", a las que para asistir se requiere llevar a cabo una dieta especial y no consumir alcohol en los días previos.

   En Perú, su precio ronda los 60 dólares para ingesta y hasta 500 dólares por varias. Asimismo, se ofrecen "paquetes turísticos" que incluyen estadías en una especie de retiro espiritual.

   En 2015, una comunidad indígena colombiana denunció a la ONG 'Ayahuasca Internacional en Argentina' por una supuesta manipulación en la "patente del yagé". "El yagé no es para vender, no es para publicarlo, el yagé es para tomarlo como pueblo porque es nuestro patrimonio de vida", alertó la comunidad.

   La ONG --que realiza excursiones con turistas a las zonas selváticas de Colombia para tomar ayahuasca-- consideró que la denuncia era una "difamación" para cobrarles dinero por usar las plantas ancestrales que se mezclan en la bebida que ellos comercializan.