Actualizado 01/10/2016 11:20

¿Cómo está El Cambray II (Guatemala) un año después de la tragedia?

   CIUDAD DE GUATEMALA, 1 Oct. (Notimérica) -

   El 1 de octubre del pasado año, un alud de tierra sorprendió a los vecinos de la aldea El Cambray II, ubicada a unos 20 kilómetros al sur de la capital de Guatemala.

   El deslizamiento de tierra fue provocado por la crecida del río Pinula como consecuencia de las fuertes lluvias que azotaron la localidad durante la semana anterior al incidente. La tragedia dejó un saldo de 280 fallecidos.

   Familias enteras quedaron atrapadas en sus casas por el alud. Las arduas labores de rescate, llevadas a cabo por más de 100.000 personas y 30 máquinas, levantaron una gran polémica. A pesar de que se destruyeron más de dos centenares de residencias, la Comisión Nacional para la Prevención de Desastres, encargada de dirigir las labores de rescate, consideró que no era necesaria la ayuda internacional que se les ofreció.

"Sólo había oscuridad y logramos identificar a personas que estaban en la superficie del derrumbe... Sólo se escuchaban gritos y gente que suplicaba ayuda. Soy el más joven de toda la patrulla y tengo diez años de servicio. Mis compañeros en su mayoría atendieron la emergencia del terremoto de 1976 y aún así dicen que este es uno de los peores casos que han tenido que atender", relató el bombero Mynor Ruano sobre lo sucedido.

   Un año después de la tragedia, la situación de El Cambray II continúa siendo crítica. Las secuelas de una herida que aún no cicatriza no sólo se sienten entre los afectados. La aldea perteneciente a Santa Catarina Pinula es, a día de hoy, un lugar fantasma sin agua potable ni luz, donde las casas abandonadas y los escombros recuerdan lo vivido.

   Además, el apoyo del Gobierno no ha sido el esperado. Según 'La Hora', las 181 familias damnificadas aún esperan recibir las viviendas que les prometió el Estado.

   El organismo ejecutivo, por medio del Ministerio de Comunicaciones, Infraestructura y Vivienda (CIV) se comprometió a otorgar un subsidio de vivienda a los sobrevivientes, siempre y cuando fueran propietarios y no arrendantes.

   Sin embargo, según denunciaron el pasado mes de septiembre los representantes del Comité de Vecinos de El Cambray, durante una visita efectuada por la Procuraduría de los Derechos Humanos (PDH), aún no ven respuesta del Gobierno ante la necesidad de vivienda.

   Entretanto, los vecinos alquilan espacios en Santa Catarina Pinula y otras localidades próximas al lugar de la tragedia tratando de mantener la esperanza en poseer un hogar verdadero y retomar sus vidas.

"Espero en Dios que Guatemala nunca vuelva a vivir algo así", expresó a 'Prensa Libre' la socorrista Ángela Gómez, una de las héroes anónimas de aquella pesadilla.