Actualizado 10/12/2014 11:33

El Camino de la Muerte, el más peligroso del mundo, está en Bolivia

LA PAZ, 9 Dic. (Notimérica) -

   El Camino de los Yungas, también conocido como el Camino de la Muerte, se extiende aproximadamente por 80 kilómetros y une la ciudad de La Paz con la región de Los Yungas, en Bolivia.

   Esta travesía es famosa por su peligro extremo y por el número de muertes en accidentes que registra cada año (una media de 209 accidentes y 96 muertes al año). Por ello, el Banco Interamericano de Desarrollo lo denominó el camino más peligroso del mundo en 1995.

   Una parte de esta carretera fue construida durante la Guerra del Chaco -entre Paraguay y Bolivia- en la década de 1930 por prisioneros paraguayos. Es una de las pocas rutas que conectan la selva amazónica del norte del país con la urba Paceña.

   El camino sólo posee un carril (mide tres metros en algunas zonas) y, antiguamente, no había guardarraíles, por lo que su nivel de peligrosidad aumentaba todavía más, pero a día de hoy, cuenta con una carretera más segura.

   El trayecto siempre está al borde del precipicio y la cumbre está a 4.700 metros de altura. Además, es habitual que haya lluvia y niebla en la zona, lo que disminuye considerablemente la visibilidad e impide visualizar el barro de la carretera o las piedras que se desprenden de las montañas.

CARACTERÍSTICAS DEL CAMINO.

   Cuando se conduce por este camino, las normas de circulación cambian. El automovilista debe mantenerse a la izquierda -es el único sitio de Bolivia en el que se conduce en este sentido, como en Gran Bretaña o Australia- para que vean con mayor facilidad el borde del camino, que en la mayoría de los cruces es un abismo.

   La ley señala que el conductor que conduce subiendo la cuesta - dirección La Paz- tiene prioridad sobre el que desciende -dirección Los Yungas-, por lo que el vehículo que baja debe detenerse cuando sube otro, para cederle el paso.

   El peligro y riesgo que caracteriza a esta ruta la convirtió en un destino turístico popular a partir de la década de 1990. Es el destino de miles de turistas que persiguen la aventura y la adrenalina entre piedras, desprendimientos, agua cayendo desde la montaña y precipicios de diferentes alturas.

   Muchos aficionados del ciclismo alquilan bicicletas, equipos y guías para recorrer el camino y disfrutar de los maravillosos paisajes que ofrece este rincón de la naturaleza.

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