SANTIAGO DE CHILE 19 (Notimérica)
Siguen las repercusiones tras el cierre de la planta de contenedores MCIS, ligada a la danesa Maersk, la semana pasada. La clausura de la planta implica la desvinculación de 1.209 trabajadores, 800 de ellos habitantes en San Antonio, Valparaíso (Chile), lugar donde se encuentra la fábrica.
Las autoridades recalcaron que la prioridad por el momento es que "se respeten estrictamente todos los derechos laborales de los trabajadores involucrados en este cierre", precisó el secretario de Estado.
Sin embargo, son 1.209 personas las que se han quedado sin trabajo y piden soluciones efectivas a problemas reales. En tanto, el ministro de Hacienda, Felipe Larraín, también reaccionó al cierre y señaló que como gobierno "nos tiene preocupados".
"Efectivamente, esta empresa cuando se instaló en nuestro país recibió aportes del Estado a través de programas de Corfo. Y las autoridades en aquel momento, del presidente Piñera y posteriormente del gobierno de la presidenta Bachelet, impulsaron e hicieron todos los esfuerzos de apoyo a esta empresa porque era una contribución en el área industrial en la provincia de San Antonio", comentó el político Monckeberg.
"Lamentablemente desde el punto de vista financiero no resultó viable a la empresa continuar en su funcionamiento", aseguró.
Según un comunicado enviado desde la compañía, el cierre se debe principalmente a la falta de competitividad en el mercado, además de otros aspectos como "la política confusa de la compañía" o "la maquinaria que fallaba permanentemente", detalló el presidente del Sindicato Nº1 de la firma, Carlos García.
Desde la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), señalaron que es necesario que el gobierno recopile todos los antecedentes de la situación para identificar dónde se generó la falla que finalizó con el cierre de la firma.