Actualizado 30/03/2015 11:46

Chile, azotado con fuerza por la naturaleza en el último año

CHILE
Foto: REUTERS

SANTIAGO, 30 Mar. (Reuters/Notimérica) -  

   El norte de Chile fue azotado esta semana por las peores lluvias en ocho décadas, llegando a caer en los últimos días el agua equivalente a dos años. Las inundaciones han dejado al menos catorce muertos y muchas zonas afectadas por aluviones y por el desborde de ríos, con pérdidas que las autoridades aún no han terminado de cuantificar.

   En los doce meses previos, Chile había ya sufrido algunas catástrofes naturales que azotaron con fuerza a la región. En abril del 2014, un terremoto de magnitud 8,2 sacudió el extremo norte del país, seguido por un tsunami de mediana envergadura. Seis personas murieron, unas 12.000 se vieron afectadas y entre 2.500 y 3.000 viviendas sufrieron daños.

   Dos semanas después, la ciudad de Valparaíso -en el centro del país- enfrentó un voraz incendio que se extendió por tres días. El siniestro dejó 15 muertos y destruyó más de 2.000 viviendas en la ciudad portuaria patrimonio de la humanidad. El incendió también arrasó centenares de hectáreas.

   En el verano austral del 2015, una fuerte sequía golpeó el sur del país. Miles de hectáreas sufrieron la falta de lluvias, lo que golpeó a la agricultura y ganadería. El Gobierno de la presidenta Michelle Bachelet ha lanzado un plan nacional para enfrentar esta situación que en algunas zonas del país se extenderá durante incluso ocho años.

   Tras 15 años de inactividad, el volcán Villarrica, en el sur del país, entró en erupción a principios de marzo, lo que obligó a establecer un plan de evacuación preventiva de la población más cercana debido a posibles aluviones.

   Otro voraz incendio afectó también en el mes de marzo los cerros y bosques cercanos al puerto de Valparaíso, aunque el siniestro fue controlado sin que dejase víctimas.

   También en marzo, las autoridades declararon zona de catástrofe tres áreas en el sur del país azotadas por incendios forestales en medio de una prolongada sequía, mientras que brigadas de Argentina, Uruguay y Brasil ayudaban a combatir los siniestros. Más de 6.000 hectáreas fueron consumidas por los incendios.

   Esta semana, las peores lluvias en 80 años han azotado el desértico norte del país, dejando al menos catorce muertos, una veintena de personas desaparecidas y miles de personas aisladas tras el desborde de ríos, así como múltiples aluviones en valles, quebradas y pueblos costeros.