Actualizado 16/09/2017 18:40

La circulación de pornografía infantil aumenta en Argentina

CDs con pornografía
REUTERS

   BUENOS AIRES, 16 Sep. (Notimérica) -

   La pornografía infantil se ha convertido en una lacra en la red argentina. En lo que ha de año, se han interpuesto hasta 12.445 denuncias por este tema en el país. En 2016 se registraron 16.798 denuncias, la mitad de las cuales se judicializaron, lo que supone una media de 23 expedientes abiertos al día.

   El director del Cuerpo de Investigaciones Judiciales (CIJ) de la Fiscalía de la Ciudad, Enrique del Carril, ha declarado que "desgraciadamente, la Argentina siempre está entre los primeros países del mundo en consumo de pornografía infantil, pero también hemos detectado muchos casos de producción casera, o sea, filmación de los abusos a menores".

   La gran preocupación sobre este tema se encuentra en los grupos de pornografía infantil, redes en las que es imprescindible aportar vídeos o imágenes de menores para permanecer en ellos, lo que supone el abuso de menores.

   Del Carril ha explicado que "surge un crecimiento doble del delito: primero porque se comenzaron a usar las plataformas de redes sociales y luego porque se generó una alianza que antes no existía. Con el nacimiento de las redes sociales el submundo de la pornografía infantil cambió, y aunque antes era un delito de universos pequeños y hasta 'exclusivos', ahora se liberó".

   Argentina es el tercer país de Iberoamérica con mayor descarga de pornografía infantil, según una investigación de la universidad Católica de Uruguay.

   La fiscal y especialista en delitos informáticos, Daniela Dupuy, ha declarado que es muy complicado, con la legalidad vigente, demostrar que hubo intención de distribuir las imágenes, "Tiene que haber cambios de leyes para penar la tenencia y así ayudarnos a perseguir el delito: nuestro trabajo es cada vez más complicado", ha indicado, según ha publicado el diario argentino 'La Nación'.

   Por otro lado, Dupuy también ha apuntado al 'sexting' entre menores como uno de los focos de pornografía infantil. Los jóvenes envían fotos eróticas o realizando actividades sexuales que, en ocasiones, terminan en las redes sociales y, finalmente, en redes de pornografía infantil.

   Con respecto a este fenómeno, Dupuy ha aclarado que "existe una afectación a la intimidad porque los chicos están naturalizando la distribución de estos materiales sin tomar conciencia y sin tomar conocimiento de que lo que están cometiendo es un delito de distribución de pornografía infantil, ya que en las fotos hay menores de edad".