Actualizado 25/06/2018 08:48

3 claves para reducir la brecha de género en Iberoamérica

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Brecha - NOTIMÉRICA

   MADRID, 24 Jun. (Notimérica) 

   La igualdad de género es por ahora un sueño a alcanzar en todo el mundo. En Iberoamérica este sueño parece estar más vivo que nunca pero la realidad es que la brecha de género sigue siendo bastante grande, lo que afecta no solo a las relaciones sociales dentro de la región sino también al crecimiento económico e inclusivo de los países iberoamericanos.

   En Iberoamérica se podrían focalizar tres problemas claves que actualmente son un obstáculo para lograr la equidad en todos los ámbitos que afectan a los ciudadanos. Estos son: la escasa participación de las mujeres en la política, las dificultades de las mujeres para acceder a un mercado laboral estable y de calidad y las tradiciones culturales que apuestan por la desigualdad.

   En primer lugar, la participación de las mujeres en la arena política está muy por debajo de la de los hombres. En Colombia, por ejemplo, mientras que un 81,3 por ciento de hombres han participado en el Parlamento, sólo el 18, 7 por ciento de mujeres lo han hecho. Actualmente no hay ningún país de Iberoamérica en el que esta participación sea igualitaria o próxima a la igualdad.

   

   En palabras de la secretaria general iberoamericana, Rebeca Grynspan, la entrada de las mujeres en la política no es solo necesaria para alcanzar una representación paritaria, sino "para combatir las leyes que aún están vigentes en muchos países iberoamericanos y que son un obstáculo para el empoderamiento femenino".

   Estas leyes, presentes al menos en 12 países de Iberoamérica, impiden la entrada de las mujeres en el mercado laboral, controlan las decisiones de las mujeres de forma paternalista y afectan en gran modo a las leyes de cuidados y maternidad. Ejemplo de ello es Panamá, donde el pasado año se logró un acuerdo histórico pero insuficiente: las mujeres reciben tres meses de baja maternal frente a los tres días de baja paternal correspondiente.

   En segundo lugar, en Iberoamérica el acceso de las mujeres al mundo laboral está muy restringido y cuando las mujeres logran acceder a él, pocas veces escapan de la economía informal. De acuerdo con la vicesecretaria general y directora ejecutiva de la Organización de las Naciones Unidas Mujeres, Phumzile Mlambo-Ngcuka, "el hecho de que las mujeres sean madres a edades tempranas es firmar un pacto con la pobreza".

   Esta precoz maternidad significa tener un acceso más reducido al mercado laboral e incluso imposible, lo que hace que el crecimiento económico no sea ni positivo, ni inclusivo. Esto es algo bastante común en Iberoamérica.

   En tercer lugar, el arraigo de tradiciones culturales basadas en relaciones arcaicas entre hombres y mujeres también dificultan la equidad. En este sentido, las comunidades indígenas son aquellas que presentan más problemas ya que son más reticentes a los cambios sociales.

   Todas estas cuestiones entran dentro del plan de sostenibilidad propuesto para el proyecto "Objetivos de Desarrollo Sostenible en la Agenda 2030", propuesto por la Organización de Naciones Unidas. Este plan destina diferentes acciones para reducir la brecha de género en Iberoamérica e incluso romper el techo de cristal en la región.