Actualizado 19/09/2017 14:13

El costarricense Carlos Fonseca indaga en la identidad y sus "máscaras" en su novela 'Museo animal'

MUSEO ANIMAL CARLOS FONSECA
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   BARCELONA, 19 Sep. (EUROPA PRESS/Notimérica) -

   El escritor de nacionalidad puertorriqueña y costarricense Carlos Fonseca indaga en la identidad y en su construcción a través de diferentes "máscaras" en su segunda novela 'Museo animal' (Anagrama), con América Latina como telón de fondo.

   "Uno busca la identidad y lo que encuentra es un juego de máscaras", ha dicho el autor en rueda de prensa, donde ha subrayado que ésta es una de las enseñanzas del Subcomandante Marcos --alter ego del Subcomandante Galeano, uno de los ideólogos del ejército zapatista--.

   Su novela viaja a la euforia por la llegada del nuevo milenio, cuando un museólogo caribeño recibe de parte de una reconocida diseñadora de moda una invitación para colaborar en una extraña exposición; siete años más tarde, frustrada la muestra, recupera el archivo de la diseñadora y descifra su enigmática historia familiar a través de un peregrinaje político a través de la selva latinoamericana.

   En rueda de prensa, el autor ha explicado que en realidad ésta fue su primera novela, pese a la publicación primero de 'Coronel lágrimas', y que en ella relata la historia de una familia --un padre israelí y madre americana-- que hace un viaje por la selva centroamericana y no consigue encontrar "una esencia ni identidad, sino un juego de máscaras en el que ve reflejados sus propios malestares".

   El autor afrontó su escritura "mirando" hacia Costa Rica y Puerto Rico, y aunque transcurre en diferentes ciudades, como Nueva York, siempre tiene como trasfondo América Latina en todo su espectro político e histórico.

"ROMPECABEZAS NARRATIVO"

   La novela se divide en cinco partes y toma como telón de fondo la figura del Subcomandante Marcos y su pasamontañas, con lo que desarrolla una historia de dobles identidades que invita al lector a desentrañar un "rompecabezas narrativo".

   Fonseca ha detallado que, debido a su doble nacionalidad, siempre ha sentido "un doble exilio extraño", y que si las tradiciones locales siempre le han resultado incómodas, normalmente se ha sentido más cómodo en la tradición global americana.

   Por ello, en sus páginas trata sobre los malestares de la globalización, la relación de los pueblos centroamericanos con los pueblos indígenas, la circulación de la información, el funcionamiento de la prensa y los medios de comunicación y cómo éstos "crean un individuo a imagen y semejanza del sistema capitalista".

FAMILIA Y NATURALEZA

   No obstante, también la familia es una de las dianas de la novela, aunque ha admitido que inicialmente tenía cuatro historias de cuatro personajes separados hasta que reparó en que "eran familia".

   Ha explicado que inconscientemente, es hijo de la tradición latinoamericana muy centrada en la familia y también en el más reciente desplazamiento del foco a los hijos, de modo que sus páginas reflexionan sobre "qué significa heredar algo de los padres" en términos de identidad.

   Fonseca también reflexiona sobre la naturaleza, desde la que ha querido desarticular "esa noción de la naturaleza como paraíso idílico", y ha propuesto unos paisajes atravesados por discursos artísticos, históricos y políticos, ya que considera que la selva es como un sueño y que no existe como tal, sino que está atravesada por la cultura.

   Ha explicado sobre su personajes que todos son obsesivos y de ideas fijas, y entre sus referentes ha situado a los protagonistas de Ricardo Piglia que consagran toda su vida a una idea, y ha añadido: "Yo también soy bastante obsesivo".