Actualizado 06/09/2014 06:19

Ocho inmigrantes cubanos siguen desaparecidos en el mar

 

    MIAMI, 6 Sep. (Reuters/EP) -

   Al menos ocho inmigrantes cubanos continúan desaparecidos en el mar después de que el bote en el que viajaban fuese interceptado por la Marina mexicana, después de permanecer tres semanas a la deriva en un viaje en el que intentaban llegar a Florida y en el que murieron dos personas.

   Los quince cubanos que fueron rescatados con vida de la embarcación se enfrentan una posible deportación de vuelta a su país, aunque en este momento están recibiendo tratamiento en una instalación de inmigración en Mérida, en la Península de Yucatán.

   El rústico bote improvisado zarpó desde Manzanillo, en el este de Cuba, el 7 de agosto con 25 personas a bordo, según ha explicado este viernes a Reuters José Caballero, el marido de una de las supervivientes, en una entrevista telefónica desde Austin, Texas.

   Caballero, que salió de Cuba mediante una vía similar en diciembre del año pasado, ha indicado que su esposa, Mailin Pérez, le dijo por teléfono desde México que el motor del bote se descompuso tras dos días y que los pasajeros levantaron una vela hechiza.

   Al creer que se encontraban cerca de la costa noroccidental de Cuba, siete u ocho pasajeros decidieron nadar hacia la orilla, aferrados a cámaras de caucho. "Nadie ha vuelto a saber de ellos desde entonces", ha afirmado Caballero.

   El bote navegó a la deriva durante dos semanas, sin alimentos y con sólo agua de lluvia para beber, antes de ser avistado por pescadores e interceptado por una embarcación de la Marina mexicana a unos 240 kilómetros al noreste de Puerto Progreso en Yucatán.

   Un joven de 16 años murió poco después de ser rescatado por un aparente ataque cardíaco. Caballero ha indicado que su esposa le contó que otra pasajera, una mujer embarazada de seis meses, murió durante el viaje y que su cuerpo fue arrojado al mar.

   "Trataron de salvarla. Le dieron orina con leche condensada", ha asegurado, subrayando que su esposa es ayudante en un banco de sangre y que llevaba suministros médicos. "Su marido se inyectó y la alimentó con su propia sangre en una jeringa", ha añadido.

   Dos congresistas cubanos estadounidenses en Miami han escrito al Gobierno mexicano para pedirles que no envíen a los quince supervivientes de vuelta a Cuba.

   El último caso de balseros cubanos se conoce sólo días después de que seis hombres que se identificaron como cubanos llegasen a una isla costera en Texas después de que el motor de su bote se descompuso y quedaran a la deriva por dos semanas en el Golfo de México, usando una vela hecha a partir de una lámina plástica.

   En virtud de la política estadounidense "pie mojado, pie seco", los inmigrantes cubanos que llegan a suelo estadounidense son autorizados a permanecer en el país, mientras que los que son interceptados en el mar son devueltos a Cuba.