MADRID, 27 Jul. (Notimérica) -
Sus patadas al aire, piruetas sobre sí mismo, de esas que pierdes la cuenta, y sus movimientos de caderas que hacen subir la temperatura ambiente, no han cambiado. David Bisbal ha podido perder alguno de sus rizos, pero no su esencia.
Lo demostró este miércoles en el Teatro Real de Madrid, con motivo del Universal Music Festival, durante casi dos horas en un show musical que terminó como nadie se esperaba, al más puro ritmo ¡electrónico!
Colgaban las banderas de Portugal, Uruguay e incluso Israel y bufandas de sus más fieles, su club de fans, algo que el artista agradeció enormemente: "Qué bonito volver a la casa, a este lugar emblemático. Os quiero muchísimo, os amo", dijo Bisbal.
Comenzó interpretando 'Mi norte es tu sur' y 'Antes que no', algo que dejó entrever que su concierto prometía, y mucho. Y así fue. "Su casa", como llamó en varias ocasiones al Teatro Real, lo ovacionó multitud de veces, voces que aprovechaban cualquier respiro en mitad de un tema para elogiarlo de "diez mil maneras".
Mucho ritmo y movimiento al son de clásicos como 'Ave María', 'Lloraré las penas' o 'Torre de Babel', pero sin duda, el "todoterreno" donde crecía y dejaba ver su verdadero "yo" era en las baladas, aquellas que cantaron al unísono más de 1.700 personas con ojos llorosos. 'Mi princesa', 'Dígale' o 'La tenga o no', esta última dedicada "al amor de mi vida", la modelo venezolana Rosanna Zanetti que se encontraba en primera fila disfrutando del concierto junto a la hija del cantante, Ella.
Y es que el almeriense es una caja de sorpresas, como las que les dio a sus fans. Invitó al escenario a la cantante argentina Tini Stoessel para presentar en directo 'Todo es posible', el tema principal de la nueva entrega de Tadeo Jones. Pero eso no fue todo. Junto a Miguel Poveda interpretó 'Mi princesa', una actuación que puso en pie al Teatro Real y una de las más aplaudidas de la noche.
Bisbal dedicó tiempo para todos. Cómo no, se acordó de aquellos que más lo necesitan interpretando su tema 'Duele demasiado'. Asimismo, animó a todos a "alzar la voz y estar con la gente que más lo necesita" y mandó todo su apoyo "a nuestros hermanos venezolanos".
El cantante demostró cómo de gigante puede ser en el escenario, pero al mismo tiempo cómo ser el mismo "chaval" que comenzó su carrera en un concurso de talentos. Eso lo sabe su público, ese tan entregado que nunca se cansa de gritar "¡David, siempre contigo!".
