Actualizado 29/12/2014 15:07

Desvelan el misterio de las enigmáticas figuras del desierto de Atacama

DESIERTO DE ATACAMA
Foto: CREATIVE COMMONS

SANTIAGO DE CHILE, 29 Dic. (Notimérica) -

   Muchas son las teorías que han planeado sobre el origen de las enigmáticas figuras, conocidas como geoglifos, que se encuentran en el desierto de Atacama, en Chile, pero la explicación podría haber sido revelada por un arqueólogo chileno que ha desmontado todos los mitos.

   Las figuras grabadas en la arena del desierto de Atacama, que miden desde 10 a 300 metros y representan extrañas siluetas, algunas de ellas humanas, han sido atribuidas a códigos extraterrestres o el resultado de expediciones fenicias.

   Ahora, el arqueólogo experto en geoglifos y movilidad andina precolombina, Gonzalo Pimentel, ha declarado que el origen de estas 500 figuras misteriosas "se encuentra mucho más relacionado con la naturaleza del hombre que lo que muchos otros quieren creer", según ha revelado el diario colombiano 'El Ciudadano'.

   Según Pimentel, las extrañas figuras son en realidad "un tipo de arte rupestre vinculado a las antiguas rutas caravaneras que los viajeros dejaban como señal de su paso y de su edad". Las investigaciones han revelado que las figuras fueron elaboradas quitando la capa más elevada de tierra oscura para dejar a la vista la arena más clara, o amontonándola en los bordes para generar un contraste que permite distinguir las distintas figuras.

   "Las figuras son obra y gracia del mundo andino precolombino, de los ancestros locales que en su afán de domesticar el desierto, de dotarlo de contenido y cultura, nos pintaron las laderas de los cerros con enormes figuras como si quisieran competir con el infinito desierto", ha añadido Pimentel.

    Por lo tanto, se trata de dibujos y símbolos hechos por y para los humanos que representan la diversidad social y cultural de diferentes grupos humanos "como los atacameños, tarapaqueños, aimaras y algunos grupos quechuas".

   Su investigación también apunta la posibilidad de que las figuras respondan a sistemas de marcas o señales alusivas a las rutas y desplazamientos, debido que se encuentran lejos de cualquier localidad. El principal problema es que estos símbolos son muy frágiles y, aunque el medio ambiente desértico ha permitido su conservación por miles de años, la acción humana provoca enormes daños al circular sobre las figuras.

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