Actualizado 23/08/2016 08:59

Acabar con la Trata y los Esclavos, una lucha iniciada en Iberoamérica

Trata de personas
PIXABAY

   SANTO DOMINGO, 23 Ago. (Notimérica) -

   El Día Internacional del Recuerdo de la Trata de Esclavos y su Abolición, que tiene lugar cada 23 de agosto, estima la obligación de recordar uno de los peores regímenes sociales y económicos de la historia como es la esclavitud en memoria de los pueblos que la sufrieron.

   A pesar de que son varios los días que conmemoran la condena, persecución e, incluso, ejecución de personas por su condición de esclavos, se relaciona esta fecha escogida por lo que ocurrió en Santo Domingo --actualmente Haití y la República Dominicana-- en el año 1791.

   Los trabajadores de las plantaciones de dicho territorio se sublevaron masivamente contra sus amos en un proceso que terminó en 1804. Está considerada la única revolución antiesclavista llevada a cabo por los mismos protagonistas de esta condena.

   En la noche del 22 al 23 de agosto de 1791 en Santo Domingo, miles de trabajadores de las plantaciones haitianas se alzaron contra sus patronos en las haciendas de azúcar y café. Fue esta insurgencia la que marcó el comienzo del camino a la libertad ya que la sociedad estaba compuesta por un 90 por ciento de esclavos.

   Este hecho supuso un antes y un después en la historia, ya que los esclavos pasaron a tener un papel principal revolucionario que frenaron, de alguna forma, la injusta situación económica, política y social en la que estaban inmersos.

   Fue en 1926 cuando la Sociedad de Naciones generó el tratado internacional que trataba sobre la Convención de la Esclavitud, que actualmente sigue vigente. En él, se declaró ilegal su práctica, a la vez que se establecieron diferentes pautas para combatirlas. En la actualidad, es su sucesora, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) la que asume sus compromisos.

   En 1997, la Conferencia General de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) adoptó una resolución en la que se proclamaba el 23 de agosto el Día Internacional para el Recuerdo de la Trata de Esclavos. Pronto, las conmemoraciones se llevaron a cabo en varios países, como en Haití en 1998 o en Gorée, Senegal, un año más tarde.

   Este recordatorio está íntimamente relacionado con el Día Internacional para la Abolición de la Esclavitud, que se celebra el 2 de diciembre. A pesar de que los tratados internacionales contemporáneos prohíben la esclavitud, ya que está considerada como un crimen contra la humanidad, sigue existiendo dicho fenómeno en algunos países.

   Entre ellos, se encuentra India, Sudán o Mauritania. Además, este procedimiento se ha dado de diferentes maneras en otros territorios, como es el caso del sudeste asiático, donde miles de niños son víctimas de explotación en materia laboral y sexual, de manera que la antigua concepción de esclavitud ha adquirido matices modernistas que, al fin y al cabo, funcionan de igual manera que el concepto de 'esclavitud' original.

   Según cifras de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), más de 21 millones de personas se ven obligadas a realizar trabajos forzados en la actualidad a nivel global. Destaca el dato reservado a América Latina y el Caribe, donde 1,8 millones de individuos son víctimas de la 'esclavitud moderna'.

   El Día Internacional del Recuerdo de la Trata de Esclavos y de su Abolición no es solo una mera transcripción del comercio transatlántico de esclavos sino que también propone un proyecto intercultural que analice las consecuencias de la tragedia denominado 'La Ruta del Esclavo'.

   Con este trabajo, la Unesco ha planteado tres objetivos: "romper el silencio y contribuir a una mejor comprensión de la trata de esclavos y la esclavitud en distintas regiones del mundo, poner de manifiesto las transformaciones globales y las interacciones culturales derivadas de la trata de esclavos y contribuir a la paz promoviendo el diálogo intercultural en la construcción de nuevas identidades".

LA ESCLAVITUD EN LATINOAMÉRICA

   Una de esas modalidades de la 'esclavitud moderna' es la trata de personas, una variedad que no deja de crecer en Iberoamérica. A nivel global, el tráfico de seres humanos es el tercer negocio ilícito más lucrativo del mundo, solo superado por el tráfico de drogas y armas.

   El día que conmemora este hecho es el 30 de julio, declarado como Día Mundial contra la Trata de Personas, un negocio que mueve 1,3 billones de dólares, de los cuales el 4,1 por ciento es generado por América Latina, según Iniciativa Global contra la Trata de Personas (UNGIFT).

   Por el momento, solo Chile y Colombia cumplen todos los puntos establecidos en el Acta de Protección a las Víctimas firmado a principios de este siglo. Por el contrario, en Cuba, Costa Rica y Bolivia cada vez son más las personas que se encuentran en situación de abuso.

   Sus sistemas no cumplen las expectativas a la hora de implementar sus políticas mientras que otros países como Guatemala, El Salvador, Panamá, Ecuador, Perú o México cumplen con los requisitos mínimos establecidos.

   Algunos de los proyectos con los que la ONU intenta condenar este tipo de actuaciones es con informe denominado 'Medidas para mejorar la coordinación de la lucha contra la trata de personas'.