Actualizado 26/03/2017 08:30

Los ecos indígenas más escondidos de México

Indigenous people from the Munduruku tribe attend a demonstration in front of th
Indigenous people from the Munduruku tribe attend a demonstration in front of th - ADRIANO MACHADO / REUTERS
FOTO PEÑA INDIGENA FOTO RADIOS CLANDESTINAS

   CIUDAD DE MEXICO, 26 Mar. (Notimérica) -

   México es uno de los países latinoamericanos con mayor presencia indígena, la cual se encuentra en especial en zonas del sur del país, como los estados de Oaxaca y Chiapas, o la península del Yucatán. Estos pueblos originarios, que no gozan de boyantes economías, están sujetos a la marginalidad y exclusión, lo que ha hecho necesario crear puentes que favorezcan la comunicación y el conocimiento con el resto de la sociedad, como las radios comunitarias.

   La falta de oportunidades y la difícil situación que los habitantes de estas comunidades viven día a día desde hace décadas --por falta de recursos, apoyos estatales o presiones empresariales ejercidas sobre ellos para que abandonen sus tierras-- ha llevado a que jóvenes indígenas hayan ido abandonando paulatinamente sus hogares originarios.

   De la misma manera, el difícil acceso a algunas de estas zonas, y la dejadez de las infraestructuras públicas de las mismas, ha fomentado el traslado de muchas familias de origen indígena. Tal y como han venido manteniendo voces de estas comunidades, la falta de interés y preocupación por parte del gobierno, la discriminación o infravaloración de sus ciudadanos, está llevando a la desaparición de sus lenguas.

   Tal y como estima el Instituto Nacional de Lenguas Indígenas de México, del total de casi 68 lenguas indígenas y más de sus 300 variables lingüísticas, unas 64 se encuentran en riesgo alto de desaparecer. Pero, se debe tener en cuenta que la desaparición de una lengua supone, además, el fin de una cultura, una tradición y, por lo consiguiente, una propia identidad. De la misma manera, esto repercute directamente en la propia identidad indígena, pero también mexicana.

   Además, otro agravamiento es la falta de acceso a una educación de calidad de los jóvenes indígenas, algo que se viene dando desde hace décadas y que ha llevado a que una buena parte de estos indígenas no sepan hablar, leer o escribir en español. Hablantes de lenguas originarias como el mixteco, cuicateco, trique o amuzgo, o de lenguas zapotecas y otomíes, de mazateco, popoloco o náhualt, se ven en la tesitura de no poder comunicarse con el resto de la sociedad.

PUENTES COMUNICATIVOS CLANDESTINOS

   Por lo tanto, el conocimiento de los sucesos acontecidos en la actualidad nacional e internacional, así como el mantenimiento de relaciones sociales y, por ende, el fomento de la integración de todos los ciudadanos mexicanos, se presenta difícil, más cuando casi no existen medidas políticas para ello.

   Así, indígenas salidos de sus aldeas y comunidades originarias, y habitantes de grandes ciudades estatales del país, han tratado de crear puentes que favorezcan y faciliten la vida indígena y la supervivencia de sus lenguas. Con el paso del tiempo estas metrópolis han comenzado a albergar y esconder locales en los que la actualidad y lo tradicional se han unido en pro de la integración social.

FOTO RADIOS CLANDESTINAS

   Se trata del establecimiento de radios comunitarias clandestinas de origen indígena desde las que hablantes de las mencionadas lenguas retransmiten información y noticias, así como envían mensajes a la población originaria mediante estaciones y frecuencias radiofónicas. En la región sureña de Chiapas, por ejemplo, se estima que hay más de una treintena de emisoras clandestinas que emiten sin el permiso del Estado.

   Estos puentes entre la gran mayoría de la sociedad mexicana y los pueblos más olvidados, sin embargo, se ven amenazados. Por un lado, cada vez es más difícil llevar a cabo este tipo de actividades para los indígenas mexicanos debido a la persecución, desmantelación y posterior cierre de los locales y emisoras por parte de las autoridades.

   La falta de permisos y papeles necesarios para legalizar las emisiones es el principal justificante de dichos cierres, aunque algunas publicaciones en la red apuntan a motivos políticos o intereses partidarios. Por esta misma razón, por otro lado, estas radios se establecen en la clandestinidad: no existe una política comercial ni tampoco una intención lucrativa, sino que se basan únicamente en el desarrollo de una labor social que no responde a administraciones ni grupos comerciales.

COMUNICACIÓN INDIGENA OFICIAL

   Por ello, en los últimos tiempos se ha desarrollado una nueva problemática para estas radios clandestinas: la Ley Federal de Telecomunicaciones y Radiodifusión, aprobada por el gobierno de Enrique Peña Nieto en el año 2014. Esta norma buscaba, desde un primer momento, aumentar la competencia entre las empresas del sector de la comunicación y, de esta manera, mejorar la calidad y los servicios.

FOTO PEÑA INDIGENA

   Si bien la medida supone una cierta ventaja para las radios y emisiones indígenas y comunitarias, por lo general más pequeñas y con menos recursos, ya que estas son ahora más reconocidas, la ley viene acompañada de varios obstáculos. En primer lugar, ésta conlleva la dificultad añadida de llevar a cabo y actualizar los trámites para la puesta en marcha de las radios. Pero, además, la reserva del establecimiento de frecuencias regulada por el Gobierno ha llevado a que mucha de éstas radios tengan que verse situadas en frecuencias con menor señal.

   Además, existen otras iniciativas oficiales y gubernamentales mexicanas en este ámbito. La primera fue llevada a cabo por el Instituto Nacional Indigenista (INI) de México, que inició en marzo del año 1979 la emisión de las primeras ondas radiofónicas del Sistema de Radiodifusoras Culturales Indigenistas, que en la actualidad engloba 20 estaciones de radio AM y siete de baja potencia FM.

   Por otro lado, a través de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas, la administración de Peña Nieto dirige el proyecto 'Ecos Indígenas. La voz de la Diversidad', con el cual se trata de difundir la diversidad cultural en el país a través de Internet.