Una salvadoreña deportada por Estados Unidos habla por telefono
REUTERS / JOSE CABEZAS

SAN SALVADOR, 12 Ene. (Reuters/EP) -

Los 'call centers' se han convertido en uno de los negocios más prósperos de El Salvador y ofrecen una excelente oportunidad de trabajo, con sueldos muy por encima del salario mínimo que suelen aprovechar por salvadoreños deportados por Estados Unidos debido a su dominio del inglés.

Los centros de llamadas dan empleo a 25.000 personas en la nación centroamericana, una fuerza laboral que ha crecido casi un 50 por ciento en los últimos dos años y que se espera que siga haciéndolo en El Salvador y en sus vecinos regionales.

Centroamérica ofrece a las empresas estadounidenses proximidad geográfica, frente a otras ubicaciones populares para este negocio, como India o Filipinas, bajos costes y personal bilingüe.

Este último requisito es clave y de él se benefician los salvadoreños que en los últimos años han sido deportados de Estados Unidos. Alexander Ramos fue expulsado en 2011 después de que la Policía le detuviera por conducir sin carnet. En el país norteamericano trabajó como jardinero y en un McDonald's y ahora lo hace en un 'call center'.

"Es un poco mejor", asegura. Gana unos 600 dólares al mes, la mitad de lo que cobraba en Estados Unidos pero el doble del salario mínimo en El Salvador y lo hace de forma legal en un país donde dos de cada tres trabajos forman parte de la economía sumergida.

Ramos, de 31 años, también valora que trabaja en un ambiente "seguro". En Estados Unidos, cuenta, se acostumbró a exhibir numerosos tatuajes que en las calles de El Salvador, controladas por las pandillas, podrían tener interpretaciones peligrosas.

El Gobierno de Donald Trump ha cancelado esta semana el permiso de residencia temporal que otorgó a unos 200.000 salvadoreños tras los devastadores terremotos que sacudieron la nación latinoamericana en 2001. Tienen hasta el 9 de septiembre de 2019 para conseguir un nuevo permiso o ser deportados.

Muchos de los afectados por la política migratoria de Trump podrían ver amortiguado su regreso gracias a los 'call center'. "Va a haber un impulso bastante grande", reconoce Jorge Orellana, supervisor de Contacto Tu Call Center en San Salvador, que tiene 250 operadores atendiendo firmas de seguros, emergencias y finanzas de Estados Unidos.

Esta especie de 'Dorado' salvadoreño queda vetada, sin embargo, para quienes arrastren un pasado criminal. William López, de 51 años, empezó a trabajar en un 'call center' de San Salvador tras pasar 40 años en California. Fue detenido violencia doméstica y deportado y cuando su nueva empresa descubrió sus antecedentes penales le despidió.

López perdió los 1.200 dólares mensuales que ganaba --frente a los 6.000 que le aseguraban su trabajo como cristalero en Estados Unidos-- y no ha podido encontrar trabajo en otro centro de llamados. Se ha 'reciclado' y colabora con una ONG para ayudar a otros deportados a empezar una nueva vida en El Salvador.

"Estamos esperando mucha gente con esto del TPS (permiso de residencia)", ha afirmado. "Creo que uno de los mejores trabajos que existen acá son los 'call center'. Es trabajo limpio, bastante organizado y el salario no es malo para lo que paga el país", ha apostillado.