MÉXICO DF, 9 Feb. (Reuters/Notimérica) -
Los forense argentinos que se encuentran buscando a los 43 estudiantes de Ayotzinapa en el basurero de Cocula, donde las autoridades mexicanas indicaron que fueron quemados, han indicado este martes que han hallado restos óseos de 19 personas que no corresponden a los jóvenes desaparecidos.
El año pasado, cinco expertos jurídicos nombrados por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), echaron abajo la versión oficial de que los estudiantes de magisterio fueron incinerados en una gran pira, aunque el Gobierno ha insistido en que hará un tercer peritaje para verificarlo.
En la zona se han encontrado fragmentos de un cráneo y una mandíbula, además de piezas dentales, tórax, pelvis, manos, pies y otros, que corresponden a personas en un rango de edad de 21 a 38 años y solamente en uno de los casos entre 15 y 21 años, han señalado los investigadores.
"Hasta el momento el EAAF (Equipo Argentino de Antropología Forense) no ha hallado evidencia científica para establecer correspondencia alguna entre los elementos recuperados en el basurero de Cocula y los estudiantes desaparecidos", se indica en un estudio presentado por los forenses.
Las indagaciones de los forenses argentinos avalan la versión de que los estudiantes no fueron incinerados en el basurero, tal y como indicó el grupo de la CIDH.
En el basurero, donde un grupo de criminales aseguró haber matado y quemado a los jóvenes, también había miles de restos que no pudieron ser analizados por el grado de calcinación derivada de diversos fuegos registrados en la última década, ha señalado el EAAF en su informe.
Los peritos han indicado que siguen a la espera de que la Universidad de Innsbruck, que el año pasado identificó plenamente a uno de los estudiantes, entregue resultados de otro análisis de restos óseos extraídos de la zona.
El EAAF, un prestigioso grupo de forenses que identificó cientos de restos de víctimas de la dictadura argentina (1976-1983), trabaja desde hace años en México en la identificación de miles de restos de víctimas del crimen organizado.
El estado de Guerrero, donde se ubica Cocula y la vecina ciudad de Iguala, donde desaparecieron los estudiantes, es una de las regiones más violentas de México en la actualidad.