Actualizado 02/10/2017 11:12

Una estación de Policía improvisada revela los desafíos de la reconstrucción de Puerto Rico

Daños provocados por el huracán 'María' en Puerto Rico
REUTERS / ALVIN BAEZ

   CAGUAS (PUERTO RICO) 2 oct (Reuters/Notimérica)-

   Si los habitantes de la ciudad puertorriqueña de Caguas necesitan ubicar a la Policía en las próximas semanas, o quizá meses, tendrán que ir a un garaje de reparación de vehículos que, a día de hoy, hace de estación de Polícia.

   Y es que la comisaría donde decenas de oficiales trabajaban antes de que el edificio fuera dañado por el huracán 'María' el pasado 20 de septiembre fue trasladada a una oficina improvisada al aire libre, un lugar donde los mecánicos solían arreglar los cruceros de la Policía local.

   La estación --situada en el suburbio de San Juan-- es una de las cientos de estructuras que están siendo evaluadas por el Cuerpo de Ingenieros del Ejército de Estados Unidos, que trabaja con la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA, por su sigla en inglés) y las autoridades locales, para reparar los daños en el territorio de 3,4 millones de habitantes.

   Los caminos en torno a la estación están llenos de postes de teléfono rotos por el paso de 'María', la peor tormenta que ha azotado a Puerto Rico en los últimos 90 años.

   Los restos de la que una vez fue la comisaría de la comunidad ofrecen una visión de los desafíos que enfrentan los isleños, que difícilmente pueden imaginar el enorme trabajo de reconstrucción por delante en momentos en que electricidad y otros servicios básicos probablemente no serán restaurados durante semanas.

   Junto a los elevadores para vehículos que en el pasado fueron utilizados por los mecánicos, los oficiales de la nueva estación de Caguas ubicaron un escritorio y sillas en el piso de hormigón, con el emblema de la policía nacional de la isla en el único muro de la oficina.

   "Es lo que nos queda", dijo el oficial de la estación, mientras que otros miembros del departamento se encontraban dirigiendo el tráfico en las intersecciones de la ciudad que, como en el resto de la isla, no cuentan con semáforos debido a la falta de electricidad.

   El recinto que una vez albergó a la estación está lleno de escombros y trozos del techo colapsado del edificio. Un equipo de tres miembros del cuerpo de ingenieros evaluó el lugar el domingo y acordó que la estación probablemente tendrá que ser demolida antes de que pueda ser reconstruida.

   Mientras tanto, su trabajo consistirá en ayudar a las autoridades puertorriqueñas y a FEMA a encontrar un espacio de oficina funcional para que la policía pueda llevar a cabo sus tareas.

   El grupo forma parte de las 150 personas desplegadas por el cuerpo de ingenieros en la isla en los últimos 10 días, y cientos más serían enviados en los próximos meses.

   La efectividad del cuerpo de ingenieros podría ayudar al Gobierno de Donald Trump a superar las críticas de que la respuesta de Washington en la isla ha sido demasiado lenta. Y ayudar a restablecer una red de suministro eléctrico casi en su totalidad será fundamental para su éxito.

   "Será cuestión de meses, no días o semanas, antes de que la red eléctrica esté completamente restaurada", dijo a Reuters el coronel James DeLapp, comandante de la oficina de campo del Cuerpo de Ingenieros en Puerto Rico.

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