RÍO DE JANEIRO, 26 Feb. (Notimérica) -
La moda de los 'desafíos' en las redes sociales ha llegado en las últimas semanas a tocar un tema sensible en Brasil: el aborto. Decenas de madres embarazadas empezaron a colocar en Facebook fotos con 'hashtags' como #TodasContraoAborto e invitando a otras madres a hacer lo mismo, pero la iniciativa pronto se volvió en su contra.
En un principio el desafío surgió de forma discreta, entre miembros de comunidades religiosas -- principalmente evangélicas, muy arraigadas en el país-- y pronto llegó a asociaciones de madres y el público general. Una de las primeras participantes de la campaña fue la educadora Jaqueline Silva, que en declaraciones a 'Glamour.com' aseguraba que había sido "ordenada por Dios" a traer hijos al mundo.
"La vida está banalizada, la gente no se quiere responsabilizar por los actos que cometen. La vida es preciosa, mis hijos son preciosos. Me criticaron por haber tenido hijos justo después de casarme, pero jamás me arrepentiré de haberlos traído al mundo", explicaba.
https://instagram.com/p/y997S-Nr9C/" style=" color:#000; font-family:Arial,sans-serif; font-size:14px; font-style:normal; font-weight:normal; line-height:17px; text-decoration:none; word-wrap:break-word;" target="_top">#TODASCONTRAOABORTO... Minha #JoinhaPreciosa (NICOLLY) se Deus quizer #Março estará com noiis; e só tenho que agradecer a Deus por ter cumprido o desejo do meu coração! Aliás dos nossos @and_rasta
Una foto publicada por Suelen Freitas Lima (@xuelysuh) el
Pero la iniciativa fue rápidamente contestada por otras mujeres con una visión diferente del asunto. Una de las primeras en reaccionar fue la guionista Renata Corrêa, que el año pasado lanzó el documental 'Clandestinas', en que aborda la realidad de muchas mujeres en Brasil, que ponen en riesgo su vida para abortar ilegalmente.
Corrêa publicó su foto con un texto titulado 'Yo te desafío a pensar otra vez sobre el aborto', en el que criticaba la iniciativa por ser muy emocional y poco crítica o reflexiva: "Si las personas subieran las condiciones peligrosas e insalubres a las que muchas mujeres se someten para abortar y cuantas mujeres mueren de forma horrible se lo pensarían dos veces antes de estar contra la legalización", aseguraba.
Una de las respuestas más impactantes fue la de la psicóloga Gabriela Prado, que publicó en su perfil de Facebook una foto de Jandira Magdalena dos Santos Cruz, que murió en septiembre del año pasado al intentar abortar en una clínica clandestina de Río de Janeiro. Su cuerpo fue encontrado carbonizado días después, sin dientes y con las extremidades amputadas, para dificultar su identificación.
"Las jóvenes abortan, las solteras abortan, las casadas abortan, las madres abortan, las evangélicas abortan, las paradas abortan, las pobres abortan. Si hubiera que detener a todas las mujeres que abortan (y sobreviven) van a faltar cárceles", dijo Prado en su post, que en poco tiempo consiguió más de 10.000 'me gusta'.
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LA LEGALIZACIÓN DEL ABORTO, TEMA TABÚ
En Brasil el aborto es un crimen recogido en el Código Penal y las penas van de uno a cuatro años en caso de aborto con consentimiento de la mujer y de tres a diez años para quien lo practique sin su autorización. Tan sólo se permite en tres casos: riesgo de vida para la madre, violación o ausencia total o parcial del cerebro del feto.
La Organización Mundial de la Salud estima que cada año se practican un millón de abortos clandestinos en Brasil, la mayoría en condiciones muy precarias, lo que tiene consecuencias trágicas: casi 200.000 brasileñas mueren cada año al intentar abortar, según datos de la ONU de 2012.
Pero en general la sociedad se manifiesta radicalmente en contra de la legalización del aborto --un 79% de la población piensa así, según una encuesta del Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE) de septiembre-- y es un tema que está fuera del debate político. En la pasada campaña electoral ningún candidato con opciones hizo ninguna propuesta en este sentido.
Las últimas declaraciones relacionadas con el tema vienen del presidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha, del Partido del Movimiento Democrático de Brasil (PMDB), aliado del partido de Dilma Rousseff. Preguntado por las posibilidades de que los partidos de izquierda promuevan algún cambio en la legislación dijo: "Van a tener que pasar por encima de mi cadáver para votar".